¡Adicto Total!
   
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Publicado: Tuesday 31 de May de 2011, 13:02
pues nada compio aqui lo mas interesante del articulo XD aunque es algo extenso La agresividad forma parte del comportamiento social del perro. El comportamiento agresivo puede desencadenarse por motivos muy distintos entre sí, por ello es necesario realizar una clasificación de las distintas formas de agresividad. Las áreas del cerebro responsables de cada tipo de agresividad son distintas.De forma general, la agresividad se puede clasificar en: ofensiva, defensiva y depredadora. Esta clasificación está realizada en función de las estructuras nerviosas implicadas en el control de este tipo de conducta; se puede aplicar en otras especies de animales carnívoras u omnívoras, incluso a las herbívoras (a excepción de la agresividad depredadora).La agresividad ofensiva y la defensiva se acompañan de signos evidentes de estimulación simpática. Por ello, estos tipos de agresividad son denominados también agresividad afectiva. En el lado contrario tenemos la agresividad no afectiva, es decir, la depredadora.Parece ser que el estímulo de la agresividad afectiva resulta desagradable para el animal, mientras que el estímulo que desencadena el ataque depredador le resulta agradable.Sin embargo, como ya hemos comentado, ésta es una clasificación muy general ya que el mismo tipo de agresividad se puede dar en contextos muy distintos.Una posible clasificación de la agresividad canina, según en el contexto en la que ésta se da, sería la siguiente: Agresividad con causa orgánica: incluye la agresividad causada por dolor o aquélla que es consecuencia de un problema orgánico pero no se atribuye directamente al dolor, o no al menos de forma exclusiva. La agresividad con6causa orgánica supone entre un 15 y 20% del total de casos de agresividad; así, desde el punto de vista clínico primero se deberían descartar este tipo de causas para obtener un diagnóstico de una forma más objetiva. Algunas causas orgánicas son:o Encefalitis (virus de la rabia, virus del moquillo).o Malformaciones (hidrocefalia).o Encefalopatías metabólicas (encefalopatía hepática, encefalopatía urémica).o Neoplasias intracraneales.o Endocrinopatías (el hipotiroidismo podría suponer entre el 1 y 5 % de los casos totales de agresividad canina).Agresividad sin causa orgánica: se puede dar hacia las personas u otros animales, a excepción de la agresividad intrasexual que sólo se da entre perros. Las más frecuentes son las siguientes:o Competitiva por conflicto jerárquico: cuando dos individuos intentan acceder al mismo recurso a la vez o se intenta establecer una relación de tipo dominancia-subordinación.o Por frustración: a menudo confundida con la agresividad competitiva. Se produce cuando al animal no se le permite una acción que ha sido estimulada mediante condicionamiento operante en un pasado.o Por protección de recursos: asociada a menudo con la agresividad competitiva y la agresividad en respuesta a la frustración.o Por miedo: se produce cuando un animal se siente amenazado y, especialmente, si siente que no puede huir. Este tipo de agresividad se produce a menudo en la consulta veterinaria. Para realizar la exploración del animal el veterinario tiene que invadir el espacio crítico del animal, por ello, debe intentar reconfortarlo para que el animal no sienta miedo.o Territorial: cuando un individuo de su misma especie, o incluso personas, invaden el área que normalmente el animal utiliza.o Intrasexual: debido a la presencia de individuos de la misma especie y sexo. Es más frecuente en machos.7o Depredadora: hacia lo que el animal ve como presa.o Maternal: en respuesta a una supuesta amenaza hacia las cría. En el perro puede suceder en el período de pre-parto o incluso durante una pseudogestación.o Redirigida: se produce cuando un estímulo induce al perro a la conducta agresiva, pero este estímulo resulta inaccesible para el animal y dirige la conducta hacía un estímulo alternativo.LEY 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.Según las disposiciones generales presentes en esta ley, podemos decir que fue ideada atendiendo a la inquietud social generada por los ataques a personas, protagonizadas por perros, que se produjeron durante los últimos años de la década de los 90’. Además, la mayor parte de los países europeos, ya disponían en este período de normas que regularan la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Así pues, la finalidad de esta ley es garantizar la salud pública de las personas y del resto de animales. El objetivo fue regular las condiciones para la tenencia de animales que puedan manifestar agresividad hacia las personas, por una modificación de su conducta a causa del adiestramiento y condiciones ambientales a que son sometidos por parte de sus propietarios y criadores. Por otra parte, esta ley fue creada para regular la proliferación de la posesión de animales salvajes en cautividad, aunque esta parte se discutirá más adelante.En esta ley se expone que la peligrosidad canina no depende sólo de la raza o genética del animal, sinó también del motivo de su selección, su adiestramiento y el ambiente al que ha sido sometido; por todo ello, se pretende regular también la cría y adiestramiento de estos animales. Se especifica, así mismo, que los perros catalogados como animales13peligrosos son perfectamente aptos para la convivencia con personas u otros animales, siempre y cuando su selección y educación hayan sido los adecuados.Animales objeto de esta ley- Se consideran animales potencialmente peligrosos todos los que pertenecen a especies o razas que tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas; además de los animales domésticos o de compañía, de la especie canina, incluidos dentro de una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar los daños anteriormente citados.Excepciones:- La presente Ley no es de aplicación a los perros y animales pertenecientes a las Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas, Policía Local y empresas de seguridad con autorización oficial.- Pueden establecerse excepciones en el cumplimiento de algunas obligaciones por parte de los propietarios de:o Organismos públicos o privados que utilicen estos animales con una función social.o Explotaciones agrarias que utilicen perros de guardia, defensa y manejo de ganado, así como actividades de carácter cinegético.o Pruebas de trabajo y deportivas con exclusión de los ejercicios para peleas y ataque.¿RAZAS DE PERROS POTENCIALMENTE PELIGROSAS O CASOS INDIVUDUALES?La legislación revisada en los apartados anteriores presenta varios puntos que nos parecen un poco discutibles. En primer lugar, creemos que el nombre de la ley no coincide con su contenido: “Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.” Si leemos todos los apartados de la ley el único animal “potencialmente peligroso” que se nombra es el perro. Desde nuestro punto de vista, parece que se haya evitado hablar directamente de “perros potencialmente peligrosos”, quizás porqué eso hubiera generado más desacuerdo entre los defensores de este tipo de animales. Además, en el “Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo, por el que se desarrolla la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos.” se vuelve a caer en el mismo error. La lista de perros que se indican como “potencialmente peligrosos” es bien clara, pero no sabemos qué tipo de animales salvajes incluye este Real Decreto, aunque es cierto que habla de ello. Puede que después de leer esta legislación, el ciudadano piense que se puede sacar la licencia para tener un lobo ibérico, o quizás un tigre, ya que no se especifica nada. O quizás se debiera llamar cada cosa por su nombre, sin ánimos de ofender.Curioso resulta también que sea condición para el cambio de titular de un animal potencialmente peligroso, el tener la licencia de forma previa por parte del comprador. Entonces, ¿no debería ser el deber del vendedor pedir de antemano la licencia a su cliente? Este podría ser un punto de discusión, puesto que muchos criadores de perros verían sus ventas afectadas por ello.El examen psicológico que debe pasar la persona que solicita la licencia para la tenencia de perros potencialmente peligrosos, nos parece bastante discutible. Es posible que un veterinario, con el don de gentes que su profesión le requiere, fuera más capaz de predecir si una persona está lo suficientemente capacitada para tener este tipo de perros; esto sería posible mediante una entrevista personal y la previa obtención de un informe médico que capacite a la persona. Los centros dónde se determinan las aptitudes psicofísicas que deben poseer los conductores de vehículos han debido llevarse una de las mejores partes en todo esto. Si para solicitar la licencia se obtuviera un parte médico en la seguridad social, conforme el solicitante goza de salud física y no tiene ninguna discapacidad mental: ¿eso supondría una gran diferencia de resultados comparándolo con lo que se obliga a hacer ahora?Además, como estudiantes de veterinaria, nos preguntamos ¿cómo influye en el potencial de peligrosidad el pelo corto en un animal? Como parece afirmar en el Anexo II el Real Decreto 287/2002, del 22 de marzo. Nos parece que no tiene ningún sentido añadir este apartado a la lista de características morfológicas. ¿Puede ser que el pelo corto se asocie a las razas que la mayoría de gente ya tiene asociadas como peligrosas? ¿Puede ser que así quede hueco para proteger a otras razas de pelo largo, que el hombre asocia siempre como amistosas y, sin embargo han protagonizado tantos incidentes? Por otra parte creemos que no es justo que, ya que se realiza una lista de “perros potencialmente peligrosos”, ésta sea distinta en cada Comunidad Autónoma. Ello sólo demuestra que por la raza no se puede catalogar a un animal como “potencialmente peligroso”. Si fuera así, ¿no deberían estar todas las CCAA de acuerdo? Nuestra opinión es que esto sólo conlleva a un clima de confusión entre los ciudadanos y, como no, de discusión.Por último, quisiéramos profundizar un poco más respecto a nuestra visión personal de la clasificación de los perros “potencialmente peligrosos”, la cual creemos algo injusta.La clasificación de las razas de perros con respecto a su peligrosidad en relación a los seres humanos no tiene sentido, ya que no se tienen en cuenta ni las condiciones antecedentes que preceden a un episodio agresivo ni sus consecuencias en el entorno ecológico y social del perro, y lo que es más, desde un punto de vista biológico, el aprendizaje y el entorno se súperimponen a las influencias genéticas. Una legislación eficaz de control de animales debería centrarse en la tenencia responsable y la socialización de cachorros porque los problemas de conductas agresivas no son exclusivos de una raza en particular. (2)Existen estudios basados en factores de riesgo y abandono (Mondelli et al., 2004; New et. al., 2000; Patronek, Glickman, Beck, McCabe, & Ecker, 1996; Salman et al., 1998; Scarlett, Salman, New, & Kass, 1999; Shore, 2005) y las maneras de identificar los comportamientos de riesgo (Hennessy et al., 2001; Segurson, Serpell, & Hart, 2005). La percepción de la gente de los diferentes perros, características y comportamientos contribuye en su decisión a la hora de elegir la raza. Si los rasgos positivos y negativos se generalizan a una categoría de individuos, el resultado será una categoría basada en estereotipos (Corneille & Judd, 1999). Según un artículo publicado por Wright et. al (3), el juicio de las personas sobre determinados individuos es susceptible de cambiar significativamente por una breve exposición a información despolarizada (Hamil et al., 1980) y están fuertemente más influenciados por la información negativa que por la positiva (Ito, Larsen, Smith, y Cacioppo, 1998), y que tal vez no sea sorprendente que el procedimiento que la gente utiliza en la toma rápida de decisiones basada en escasa información sobre las subcategorías de personas (por ejemplo, la raza o el género;. Ito et al, 1998) pueda extenderse a la organización de las percepciones sobre las subcategorías de perros (razas).En la legislación española se presentan unas determinadas razas y luego una descripción morfológica que incluye a perros de gran tamaño que, aún sin ser de esas razas, pueden resultar peligrosos. Sin embargo, en la legislación catalana, esa descripción no existe. Así pues, en algunos municipios de Cataluña, un Mastín español de 80 kg que no se ha adiestrado para la guarda y defensa y nunca ha sido denunciado oficialmente como protagonista de ninguna agresión, no se considera por el momento “potencialmente peligroso”. Permítannos dudarlo, quizás debiéramos mirar por las características morfológicas de tamaño y potencia, y no por estereotipos raciales. Además, estos estereotipos raciales sólo incrementan los prejuicios de las personas hacia los propietarios de estos animales. Es curioso leer incluso la opinión de estudiantes de veterinaria, que afirman tajantemente que todas las personas que tienen “perros potencialmente peligrosos” son algo así como delincuentes (en pocas palabras). Una de las autoras de este trabajo, como copropietaria de un Doberman se siente realmente ofendida. Y tampoco es muy agradable ir por la vía pública con el perro atado y con bozal, y escuchar: claro, claro, lleva bozal porqué es muy peligroso; a esos perros “se les va la olla”. No, no hay fundamentos para estas clasificaciones. Tampoco se tiene en cuenta que los perros adiestrados para guarda y defensa, los perros que se dejan semi-abandonados en fincas, huertos y naves industriales simplemente para hacer el papel de protección de un bien del hombre, son de aquellas razas tipificadas como “potencialmente peligrosas”. Entonces, ¿de quién es la culpa? ¿De la raza o de las condiciones ambientales que se le dan al animal?Y, finalmente, no podemos afirmar tajantemente que la raza de un animal no tiene nada que ver, ya sabemos que un Chihuahua difícilmente nos va a matar. Sin embargo, muchos animales que también podrían considerarse “potencialmente peligrosos” se excluyen de la legislación catalana, y es injusto. Un propietario de un Doberman tiene que pagar un seguro de responsabilidad civil, y el de un Pastor Alemán, Dogo Alemán o un Mastín no. No vemos la diferencia. Quizás realmente lo que pretenda la administración es que estas razas desaparezcan con el tiempo, y no es necesario castrar ni sacrificar animales, la imposición de obligaciones de este tipo frenan a mucha gente a tener un animal así. De todos modos, el problema de la agresividad canina siempre existirá, si no son estas razas, otras se convertirán en las protagonistas, a no ser que nos quedemos con las razas miniatura. Nunca se debe confiar en ningún perro, y eso ya no depende de la raza. Ni siquiera nosotros podemos confiar en nuestros congéneres, esperemos que este tipo de leyes no se apliquen con las distintas razas de hombre, puesto que algunos también ven más peligrosidad en unas que en otras.CRÓNICA DE SUCESOS Veintisiete personas, doce de ellas menores, han muerto en España desde 1991 hasta junio de 2010 a consecuencia de ataques de perros.El último ataque mortal que se produjo hasta dicha fecha costó la vida en Tenerife a un niño de tres años, mordido en el cuello por un perro raza Pit-bull propiedad de su padre.Tan sólo 20 días atrás, otro niño de dos años murió en Pazos de Borbén (Pontevedra) como consecuencia de las heridas que le causó un animal de la misma raza propiedad también de la familia del menor.La siguiente cronología recoge las muertes de menores causadas por ataques de perros desde 1991: Octubre 1991. Un bebé de 20 días muere en la barriada Masia Espinós de Gavá (Barcelona) a causa de las mordeduras de un perro perdiguero. Abril 1992. Fallece en Tortosa una niña de dos a consecuencia de las mordeduras de una hembra Doberman. 9-1-1993. Un perro de raza Boxer mata a mordiscos a un niño de seis años vecino de Arazuri, una pequeña localidad navarra. 6-9-1995. Una niña de 13 años muere en Cervera (Lleida) a causa de las heridas que le causó en la yugular su perro Doberman. 29-1-1999. Un pequeño de cuatro años es degollado por un Dogo argentino en Can Picafort (Mallorca). 22-7-1999. Una niña de tres años muere tras ser atacada por un Rottweiler que la agarró por el cuello, en la urbanización Las Colinas de San Antonio de Benageber (Valencia). 18-3-2000. Una niña alemana de 20 meses fallece a consecuencia de las mordeduras de un perro de raza 'Sttafford' propiedad de un amigo de sus padres de la misma nacionalidad, al que visitaban en su casa de Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria.16-11-2003. Un Dogo alemán acaba con la vida de un bebé de 20 meses en una finca particular en Calzada de Calatrava (Ciudad Real). El perro pertenecía a los padres del niño fallecido. 13-08-2004. Una niña de cuatro años muere tras ser atacada por dos perros, un 'Ca de bestiar' y un 'Boxer' mezclado con Pastor belga, en el domicilio de sus tíos en Llucmajor (Mallorca). 06-06-2005. Una niña de dos años fallece en Sitges (Barcelona) a consecuencia de las graves heridas producidas por un perro de raza Akita inu, que le atacó y le mordió en el cuello y la cabeza. El perro era propiedad del compañero sentimental de la madre de la víctima. 15-05-2010. Muere un niño de dos años tras ser atacado por un Pit-bull propiedad de la familia de menor, en Pazos de Borbén (Pontevedra). Tras el accidente, el abuelo del menor sacrificó al animal. 7-06-2010. Un niño de tres años muere en el barrio tinerfeño de La Gallega tras ser atacado por un perro Pit-bull propiedad de su padre.En esta crónica de sucesos se comprueba lo que habíamos relatado anteriormente, los niños son las principales víctimas con consecuencias más trágicas debido a este tipo de ataques.Por otro lado, no debemos obviar el hecho de que se producen muchos más ataques, aunque no se salden con la muerte de la víctima. Estos ataques pueden ocasionar graves secuelas tanto físicas como psicológicas. Por ejemplo, podemos encontrar noticias como la siguiente que relata también ataques con un desenlace menos dramático:RTVE.es/AGENCIAS - MADRID 07.06.2010“En lo que va de año, en España han trascendido unos nueve ataques de perros de razas consideradas peligrosas, siendo el último caso el ocurrido este lunes en Santa Cruz de Tenerife, donde un niño de apenas tres años ha fallecido después de haber sido mordido en brazos de su madre por un Pitbull, propiedad de su padre. El niño murió en el Hospital Universitario de Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) como consecuencia de las heridas sufridas en el cuello.Esta muerte se suma a la ocurrida el 15 de mayo en la localidad pontevedresa de Pazos de Borbén, donde un niño de dos años falleció tras ser atacado por un perro de su familia, también de la raza 'Pitbull', mientras que el pasado 1 de junio dos niñas, de seis años y 21 meses, fueron atacadas en Alicante por dos rottwailler. Los perros se habían escapado de la vivienda de su propietaria y alcanzaron a las pequeñas cuando se bajaban del coche de su padre.El primer ataque registrado en 2010 se produjo a finales de enero en el municipio turolense de Fuentes de Rubielos, donde un hombre perdió media oreja y sufrió diversas heridas y desgarros en buena parte del cuerpo, especialmente en la cabeza y en la pierna derecha, después de ser atacado por un grupo de diez o doce perros durante una jornada de caza.En Torrevieja (Alicante), un perro de la raza 'Rottweiler' mordió a dos niños cuando se encontraba paseando con su dueña sin llevar el bozal obligatorio para este tipo de raza. Como consecuencia del suceso, ocurrido el 29 de marzo, uno de los menores sufrió heridas leves y el otro tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.Otro suceso similar tuvo lugar el 19 de abril en Burgos, donde un hombre tuvo que ser ingresado en el hospital después de que fuera atacado por un mastín en un pueblo de la comarca burgalesa de Lerma, cuando intentaba acceder a una nave en la que se guardaban ovejas.Pocos días después, el 23 de abril, un policía fue atacado en Móstoles (Madrid) por un perro de raza 'Doberman', propiedad de unos de los feriantes ubicados esos días en la localidad con motivo de las fiestas de la Independencia.Asimismo, el 11 de mayo un hombre resultó herido en un bar de Burgos tras ser mordido por un perro, siendo trasladado al hospital con lesiones graves en una pierna como consecuencia de las mordeduras, mientras que el 22 de mayo un agente fue atacado en Ferrol por un perro de la raza 'Rotweiller' cuando participaba en una detención.Además, el 19 de febrero, un 'Pitbull Terrier' mató de un mordisco a otro perro más pequeño que se encontraba en brazos de su dueña en la avenida Dolores Rodríguez deAragón, próxima a las nuevas universitarias de la capital malagueña, donde la mujer paseaba con su perro, de la raza 'Yorkshire'.Debemos de comentar al respecto, que no todos los ataques producidos por perros son reportados por las autoridades. Además, de los ataques reportados, no todos ellos son noticia en los medios de comunicación. Por lo tanto, para un mejor conocimiento de los ataques de perros a personas y su epidemiología, sólo se deberán tener en cuenta aquellos estudios basados en datos objetivos. Aunque la prensa es una fuente de información al alcance de todos, no debemos dejarnos influenciar por ella puesto que en muchas ocasiones peca de sensacionalista.EPIDEMIOLOGÍA DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS Las mordeduras de animales constituyen un problema de salud pública, mayoritariamente producidas por perros, que según estudios realizados en numerosos países son responsables de un 60-95% de las mordeduras, situándose entre los 12 accidentes principales que causan lesiones en las personas. Aunque es infrecuente, representan una causa de mortalidad principalmente en los niños. Las personas con determinadas profesiones como carteros, repartidores o veterinarios representan un grupo de población con un riesgo elevado de sufrir ataques. En una encuesta realizada en los Estados Unidos resultó que el 92.3% de los veterinarios admitió haber sido mordido a lo largo de su carrera. Dos de las principales razones podrían ser que actualmente el número de mascotas caninas va en aumento, y que la sociedad está más concienciada y declara más casos. La incidencia real de las mordeduras caninas no se conoce con exactitud y se estima que es mucho más alta que la declarada; del mismo modo, las mordeduras mortales están subestimadas.La American Veterinary Medical Association (AVMA) argumenta que es necesaria una declaración completa y precisa de casa caso para que con esta información se puedan plantear programas de prevención adecuados; sin embargo, la mayor parte de estudios epidemiológicos realizados en países europeos se centran sobre todo en aspectos relacionados con la víctima, y en España no se han llevado a cabo estudios epidemiológicos completos. Cada país tiene un sistema de declaración de mordeduras de animales. En España, cada Comunidad Autónoma tiene sus Registros Centrales informatizados. Los municipios tienen un Registro censal de animales de compañía, en el que se incluye un apartado específico para los perros potencialmente peligrosos. En estos registros se anotan los datos identificativos del propietario y el animal, además de las incidencias ocurridas.Como ya hemos comentado anteriormente, las principales víctimas mortales por mordeduras caninas son los niños. Los menores de 14 años de edad son los que presentan más riesgo de ser atacados. La tasa de muerte de neonatos y bebés es significativamente superior a la de los adultos, pero también son frecuentes los casos de personas muy mayores. Estos datos se explican por la dificultad de estos grupos de edad de defenderse y por la curiosidad innata y la inexperiencia de los niños (no saben reconocer las señales que preceden a un ataque), que a su vez son los que más tiempo pasan fuera de casa, en los parques y en la calle, donde están menos controlados y donde contactan más con los animales. Además, los más pequeños tienden a abrazar a los perros, tocarles la cara y cogerlos de la cabeza. La mayor parte de muertes en neonatos se dan por la presencia de un niño y un perro sin el control de una persona adulta. Se dan sobre todo en primavera y verano, alrededor de las 3-7 PM y los fines de semana, que es cuando encontramos más actividad fuera de los hogares.Las mordeduras de perro son más frecuente en varones (adultos y niños), y según un estudio realizado en la provincia de Huesca representan 1.4 veces mas riesgo que la población femenina. Esto es así porque la sociedad educa a los varones para correr más riesgos y porque juegan más bruscamente y tienden a ser más exploradores y activos, interaccionan más cuando juegan con losperros y tienen un contacto más estrecho con los animales sueltos.Las principales regiones anatómicas afectadas son los miembros superiores e inferiores, sobre todo brazos y manos, frecuentemente en el brazo derecho porque la víctima se intenta defender. Por su pequeña estatura y por el tipo de interacción (más dirigida a la cara) en los niños se localiza más en la cabeza y en el cuello. En el caso de perros familiares las lesiones predominan en brazos y espalda, en cambio en los callejeros o desconocidos se dan más en las piernas. Aunque la mayoría de las heridas no son graves, el 50% deja cicatrices permanentes, un 10% suele necesitar sutura, un 5-20% requiere atención de un especialista y en un 1-5% es necesaria la hospitalización.Muchas veces el animal causante de la agresión no puede ser localizado o la víctima no toma los datos del perro si el animal está al día de sus vacunas, y en los sistemas de declaración frecuentemente solo se hace alusión a la raza y el estado vacunal del perro; todo ello hace que las características de los perros agresores no esté bien documentada. Se sabe que cualquier edad puede llegar a producir agresiones, pero los machos no castrados son los más implicados, mientras que las hembras no esterilizadas se encuentran en la última posición de la lista. Por otra parte, la mitad de los perros implicados en ataques mortales tienen historia previa de agresividad.Si atendemos a los tipos de razas de perro, parece ser que las que tienen la mala reputación de perro peligroso son las mayores causantes de episodios agresivos; sin embargo, estudios recientes indican que no es así y que revisiones recientes acerca delas mordeduras de animales, sobre todo por los perros, han sido selectivas en cuanto a la referencia de los pacientes a unidades especializadas (ver tabla adjunta). Hay que tener en cuenta la presencia de estas razas en la población canina, el riesgo de mordedura de esa raza y la predisposición a denunciar más un tipo de razas que otras. Las más citadas son el Pastor Alemán, el Chow-Chow, Bull Terrier, Rottweiler y ciertos cruces. Las razas Pit Bull, Rottweiler, Pastor Alemán, Husky, Alaskan Malamute, Akitas, Chow-Chow e híbridos de lobo están relacionadas con la mayoría de ataques con desenlace mortal, lo cual es lógico si pensamos en su tamaño y su peso, y en cuanto a los Pit Bulls porque son perros de presa, que se caracterizan por ataques sin señales previas de agresividad. Aun así cualquier raza puede mostrar un comportamiento agresivo y agredir a una persona, y se ha visto que los perros de raza pequeña son más propensos que los grandes. Así pues, se debería evitar un control legislativo basado exclusivamente en el factor racial.Lo más común es que el causante de las lesiones sea un único perro, incluso en la denominada “agresividad redirigida” (se dirige hacia un estímulo –persona- distinto al que origina el episodio –otro perro-). Suele darse más dentro de la casa de la propia víctima o en sus alrededores, y generalmente están sueltos, sobre todo conocidos, y en muchos casos la propia mascota de la familia, especialmente a los niños. El problema está en que la mayoría de propietarios no le suelen dar importancia y justifican losgruñidos y las señales de agresividad se su propio animal, y consecuentemente declaran menos las mordidas producidas, y eso que son el grupo de personas más afectado. En los países en vías de desarrollo, al contrario, los animales vagabundos son los mayores responsables de ataques a personas.CONCLUSIONES al contrario de lo que piensa la gente, la mayoría de los ataques de perros a personas se producen dentro del entorno familiar. Por esto es necesario que el veterinario asesore al propietario de un perro sobre temas de conducta, en especial si el perro convive con niños pequeños o ancianos.La legislación que regula la tenencia de “animales potencialmente peligrosos” nació con el propósito de calmar la alarma social producida por los ataques de perros a personas. El problema es que aparte de eso no consigue mucho más, y que además las comunidades autónomas, incluso los municipios de cada una en particular, no se acaban de poner de acuerdo. Algunas normativas como la de llevar al perro por la vía pública con correa, son normas de sentido común y respeto hacia el resto de los ciudadanos. Sin embargo, no existe ninguna explicación con fundamentos científicos sólidos para decir que ciertas razas deben hacerlo y otras de características morfológicas similares no. Creemos que la peligrosidad es la suma de la genética y del ambiente:o La morfología que éste presenta: perros con características que los hacen capaces de quitar la vida a una persona. Es decir, perros de un peso mayor de 20kg, mandíbula potente, etc.o El ambiente en el que ha crecido, la socialización que ha tenido, la educación que ha tenido.Un perro de gran tamaño bien sociabilizado, con una educación excelente puede ser un perfecto compañero para el hombre. Sin evidencias científicas sólidas y unánimes no se puede señalar a unas pocas razas como potencialmente peligrosas. Eso confunde a la población y hace que tengan mayor fe en los prejuicios que se habían creado sobre estos animales. Si vamos a señalar a perros que son capaces de producir heridas mortales o muy graves, usemos sólo características morfológicas en primer lugar. Luego entonces podremos dar los nombres de las razas que los cumplen, no antes. Es más, como dato importante cabe recordar que las razas que se ven más implicadas en cuanto a la frecuencia de episodios agresivos y la frecuencia de esta raza en la población general, son el Cocker Spaniel y el “Gos d’atura”, y ninguno de los dos aparece en las listas de la legislación ni cumple los requisitos morfológicos que la misma establece. Sería más efectivo concienciar a los ciudadanos de cómo se debe educar a un perro, tal y cómo se conciencia con panfletos de que recoja los excrementos de su mascota. Mucha gente carece de la información necesaria para educar a su mascota y no sabe reconocer las señales de peligro que ésta le muestra.tambien trae entrevistas a veterinarios y encuestas a estudiantes de veterinaria por si ha alguien le interesa |