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Publicado: Wednesday 09 de January de 2013, 19:20
Pensaba que ya había puesto este artículo pero fue en otro sitio. Ojalá sirva para algo y sacuda alguna conciencia....http://www.proaweb.org/index.php?option=com_frontpage&Itemid=1Los perros son seres altamente sociales.Los lobos nacen, se desarrollan y viven en manda. Son seres aun más sociales que el ser humano y la manada lo es todo para ellos. Nacen y aprenden rápidamente la correcta conducta social de sus congéneres y de los demás miembros del grupo. En la manada encuentran rápidamente su lugar y saben perfectamente cual es su papel en la misma. El sistema social del lobo se basa en el respeto y tratan por todos los medios de evitar conflictos con otros miembros de su manada. Las peleas raramente acaban con heridos y terminan inmediatamente cuando uno de los miembros señala con su postura de sumisión (patas arriba) que no desea continuar con la contienda. Los perros no son una especie aparte del lobo. Su genotipo es prácticamente idéntico y lo único que les diferencia es su aspecto (que ha sido moldeado por el hombre para adaptarse a ciertas tareas o por simple estética) y su capacidad para convivir con el ser humano (domesticación). Los perros también dependen de su grupo familiar humano para desarrollar un correcto comportamiento social, de tal manera que su equilibrio psicológico y su estabilidad emocional dependen de la manera en que hayan crecido junto al hombre y del entorno en el que viven. Ellos también necesitan encontrar su lugar en la "manada" humana y son conscientes del papel que les toca dentro de la misma, sintiéndose responsables y realizados cuando se asientan en el lugar que les corresponde dentro de la jerarquía familiar, normal e idealmente, en la base de la pirámide. ¡Un perro que vive aislado, sin apenas contacto social es un animal desequilibrado! Mantenerlo aislado es el mayor de los castigos que se pueden infligir a un perro. Para ellos, significa que han sido expulsados sin motivo por su manada, desahuciados del entorno del grupo al que pertenecen. Esto les genera desconcierto, frustración y sufrimiento, porque para los perros su manada lo es TODO.Los perros son también animales de guarida.Los lobos tienen sus guaridas donde se refugian de sus posibles enemigos y se resguardan de la intemperie. Los perros también se sienten más seguros y protegidos en casa que durmiendo y viviendo en el exterior. Además, los perros tienen una magnífica habilidad para aprender a comportarse dentro de casa, lo que hace que la tarea de educarlo para que sea limpio y respetuoso en casa sea muy fácil y esté al alcance de todos.Los perros aislados presentan más problemas graves de conducta y son más difíciles de educar.Debido a su innato y fuerte instinto de grupo, los perros de parcela o nave tienen a escaparse en busca de contacto social con otros perros, incurriendo muchas veces peleas con otros perros debido a la ausencia del aprendizaje de la conducta social, por causa del aislamiento y el desequilibrio psíquico que el mismo produce, provocando en muchos casos que propietarios se vean envueltos en conflictos con los vecinos. También pueden llegar a agredir al cartero, al repartidor, un cliente o a un miembro de la familia que visita la casa, debido a la fuerte frustración que padecen durante años de encadenamiento o alejamiento de las personas.Los perros desatendidos ladran día y noche ante cualquier movimiento, ante el paso de personas, coches u otros animales, lo cual es fuente de frecuentes denuncias por molestias y ruidos.La ansiedad por separación es un problema de conducta que padecen frecuentemente aquellos perros que pasan de ser felices desarrollándose socialmente en el entorno de la camada o en casa con su propietarios, a empezar a pasar sus días solitarios en el jardín o cuando son regalados o vendidos a terceras personas para "cuidar" la parcela o un negocio. La ansiedad por separación normalmente precede a otros problemas de desequilibrio más graves e incluso al desarrollo de la agresividad. Los perros relegados al aislamiento suelen ser destructivos, cavan agujeros en el suelo, rompen vallas para escapar y destrozan cualquier objeto con el que se puedan entretener un rato, llegando incluso a tragarse pedazos de madera, plástico o tela; ladran y aúllan persistentemente ante el más mínimo estímulo visual o auditivo.Muchos de estos canes muestran claros síntomas de enfermedades obsesivas, como "tail-chasing" (perseguir el rabo), cazar moscas imaginarias, tics nerviosos, automutilación, lamido persistente y obsesivo del costado o de una pata hasta provocar heridas, etc, etc. Todo ello resulta del aburrimiento y el aislamiento prolongado, lo que produce perros desequilibrados y desquiciados, al igual que ocurre con aquellas personas, víctimas de regímenes totalitarios o en situaciones de guerra, que son sometidas a un castigo prolongado de confinamiento y aislamiento absoluto.Con todo ello, aun es posible rescatarlos del despropósito que significa vivir en el exterior y se les puede educar y enseñar las normas básicas de obediencia, si las desconocen o las han olvidado. Esto requiere un mayor esfuerzo, pero la satisfacción de verle cambiado, feliz, a salvo e integrado en su añorada 'manada' es aun mayor.Los perros que viven en el exterior padecen más enfermedades y viven menos años.Los perros que viven en estado de abandono viven menos años que aquellos que comparten su vida con sus dueños. Las enfermedades o los accidentes acaban con ellos en pocos años. Lo peor es que a los propietarios no les suele importar demasiado, ya que en nuestro país todavía es muy fácil adquirir un animal de compañía sin ningún control previo y gratuitamente. En los periódicos y en Internet hay miles de anuncios en los que se regalan desesperadamente cachorros de camadas, que precisamente proceden de animales desatendidos.Las enfermedades más comunes son las trasmitidas por parásitos (pulgas, garrapatas, hongos, ácaros, tenias, protozoos, mosquitos...), como la Leptospirosis (enf. vírica), Leishmaniasis, Ehrlichiosis, Babesiosis, Dirofilariosis, Sarnas, Coccidiosis, Triquinosis, Hidatidosis, Giardias, Sarcocistosis, Pediculosis, Ascaridiasis, Dermatítis alérgica por pulgas ... y un largo etcétera. Muchas de estas enfermedades son zoonóticas, es decir, transmisibles al ser humano.Otros males que padecen de seguro los perros que viven a la intemperie son las enfermedades osteoarticulares, que se producen por la mala alimentación y sobre todo por la exposición prolongada a las inclemencias del tiempo. Osteoartritis canina, Reumatismo, Osteoporosis...Los perros no se quejan como las personas. Muchos perros padecen Artrosis, lo que les causa dolor crónico y dificultad para levantarse y caminar. En los casos más graves se hace evidente la deformidad de sus extremidades. Estos problemas son considerados por no poca gente como "propios de la vejez", pero no es cierto. Necesitan tratamiento analgésico y antiinflamatorio para aplacar el dolor y retrasar el deterioro de las articulaciones. Incluso en algunos casos es necesaria la intervención quirúrgica. Por supuesto, los perros de parcela jamás serán atendidos por sus dueños ni pasarán controles veterinarios regulares, considerando como les mantienen apartados de ellos. También es frecuente el contagio de enfermedades por contacto con otros animales, ya que muchos perros que suelen escaparse se juntan con otros perros igual de desatendidos que ellos. Los programas de vacunación parecen no existir para sus propietarios y el moquillo y el parvovirus se transmiten con facilidad.Los perros aislados son víctimas frecuentes de las hipertermias o "golpes de calor", ya que muchas veces no tienen ni una escasa sombra donde protegerse del sol y no siempre tienen agua fresca a disposición ya que sus cubos de agua permanecen al sol largo tiempo al día. Los perros son capaces de refrigerar su cuerpo a través del jadeo, pero a ciertas temperaturas elevadas sucumben rápidamente, especialmente aquellos de pelaje abundante. En invierno, acuérdate de ellos cuando estés calentito en casa, mientras un vendaval sacude las ventanas de tu salón, la lluvia anega las calles, el frío hiela el agua o la nieve hace su aparición y modifica el color del paisaje. Las manadas de lobos soportan el invierno, pero la mayoría de los perros que viven en recintos exteriores no tienen el pelaje ni la capacidad de supervivencia de los lobos y la inmovilidad a la que están resignados es una aliada de la hipotermia mortal.Muchos perros padecen otitis infecciosas o crónicas, las heridas se les infectan y se les llenan de gusanos, padecen trastornos gastrointestinales graves por comer cualquier porquería que encuentran o la comida en mal estado que les echan, pierden sus piezas dentales, aparecen las 'coderas' o heridas permanentes abiertas en los codos y las almohadillas de sus patas están destrozadas por desgaste o por la acción de hongos. El estado de su capa de pelo es muy importante para el perro. Una manto sucio y sin el cepillado frecuente que necesitan para mantenerlo en buenas condiciones higiénicas también es causa de enfermedades. Al mismo tiempo, al observar un perro con el pelo sin brillo, opaco, sucio y con una capa de pelo muerto sin retirar, nos damos cuenta enseguida que no es precisamente un animal bien cuidado y feliz, sino más bien un perro triste y desquiciado por el abandono. La mayoría de las veces es también signo de una enfermedad o carencia importante.Los perros que viven en el exterior tienen más posibilidades de morir envenenados por vecinos con pocos escrúpulos y hartos de sus ladridos constantes. Otros son víctimas de pandillas que les apedrean o la emprenden a perdigonazos. La inmensa mayoría de los perros robados, son perros cuyos descuidados propietarios mantienen desatendidos y no controlados, y la inmensa mayoría de ellos acaban siendo utilizados en peleas clandestinas de perros, pariendo cachorros para lucro de criadores ilegales, en manos de cazadores de dudosa ética, son víctimas de los 'trapicheos' de delincuentes o acaban en cualquier lugar en aun peores condiciones que antes. Los perros aislados se aburren, se frustran y ven la vida pasar a su alrededor sin que puedan interactuar con los pequeños acontecimientos que observan desde su aislamiento. No pueden relacionarse con otros perros, ni pueden recibir las ansiadas caricias de las personas que pasan cerca de la propiedad. Por eso escarban en el suelo o hacen agujeros en el vallado y se escapan. Durante sus aventuras acaban malheridos o muertos por atropellos.Es común encontrar anuncios regalando cachorros en los periódicos o en Internet. La relación entre el enorme número de perro desatendidos y el de camadas indeseadas es directamente proporcional. Los cachorros, en la mayoría de las ocasiones, acaban siendo sacrificados brutalmente por los propios dueños del animal o mueren por falta de la atención necesaria o incluso con un destino aun peor: acaban también abandonados tristemente para el resto de sus días, igual que sus progenitores. Los perros utilizados para guarda no sirven para proteger la propiedad.Ya que los perros se vuelven protectores de su entorno donde viven, como lo son por naturaleza, no consideran la casa, donde nunca se les permite pasar, como parte de su territorio, por lo tanto no la defenderán. Lo que es más relevante, al no sentirse amenazados, los perros no siempre atacarán al supuesto ladrón ni le perseguirán provocando la huída. Los perros adiestrados sólo lo harán a la orden de su amo e identifican dicha orden con la golosina que recibirán a continuación, tras haber agarrado la manga de yute del figurante en las sesiones de entrenamiento. Todo ello ocurre a causa del aprendizaje asociativo (condicionamiento pavloviano o clásico) que han recibido y para ellos es sólo un juego.Muchos de nosotros hemos oído que han desvalijado la casa de un vecino o la nave donde trabaja un amigo y los perros no han hecho nada para evitarlo o ni se han enterado. Muchos perros incluso reciben de un modo amistoso a los ladrones, deseoso de recibir alguna atención cariñosa. Otras veces, basta un trozo de carne fresca o la distracción de una perra en celo para desinhibirse de la presencia de los intrusos. En el lado más trágico del asunto, existen métodos más eficientes para deshacerse de los perros de guarda: el envenenamiento, la utilización de armas blancas o de fuego y la muerte a palos.También es digno de tener en cuenta que la ley no ampara al propietario de un perro que ataca a un ladrón. Se han dado casos de propietarios que han tenido que indemnizar al intruso por mordeduras del perro, incluso de condenas por homicidio negligente y de elevadas indemnizaciones.Por otra parte, los perros solitarios ladran ante cualquier ruido o la presencia de cualquier persona o animal que pase por las inmediaciones, aunque dichas personas no tengan intención de acceder al recinto, por lo cual el supuesto 'aviso' del ladrido no sirve eficazmente de alarma. La presencia de perros impide, para mayor despropósito, poder instalar auténticas medidas eficientes de alarma, como detectores de presencia o barreras de infrarrojos.¿QUÉ PODEMOS HACER POR ELLOS?No mantengas a tu perro fuera de casa.Permítele que pueda entrar en casa (especialmente por la noche) y pasa parte de tu tiempo con él. No es necesario que estés todo el tiempo jugando u ocupándote expresamente de él. A tu perro le basta con poder tumbarse a tus pies o estar cerca de ti. Es indispensable para su salud mental.Nunca dejes a tu perro atado o encadenado en el patio o la parcela.Los perros desarrollan una fuerte frustración que puede desembocar en una conducta hiperactiva, destructiva o desarrollar agresividad, no sólo hacia los extraños sino incluso hacia miembros de tu propia familia. Los perros atados no pueden huir de los ataques otros animales o personas que quieran hacerle daño. También pueden resultar heridos al quedar enredados en la cuerda o la cadena e incluso pueden llegar a romperse una pata o quedar inmóviles a pleno sol en verano o expuestos a la congelación y las inclemencias del tiempo en invierno. Es muy frecuente que los perros se provoquen terribles heridas en el cuello al salir corriendo a ladrar a alguien que pase junto a la valla y quedar súbitamente detenidos por el tirón de la cuerda. Para los perros que saltan vallas es, además, tremendamente peligroso ya que lamentablemente se ven casos de perros que mueren ahorcados al quedar colgados de la cuerda tras saltar la valla, un muro o caer desde cierta altura hasta donde no llega la cuerda.Si tu perro tiene que estar fuera al menos una parte del día...Que no le falte un buen cubo de agua y sombra permanente (atención al movimiento diurno del sol) Indispensable una caseta de poliuretano, aislada del suelo (con un palet o plataforma) y a cubierto de la lluvia, ya que el agua entra por el hueco de la entrada si además hace viento o la caseta tiene algún agujero. Procura, además, que la caseta no esté orientada hacia el norte para que no le entre el frío directamente por la cavidad de la puerta. Puedes encontrar casetas de buena calidad en cualquier tienda de animales o en grandes almacenes. No intentes construir una de madera o de obra, ya que los huecos de la madera, del cemento y del ladrillo son un buen refugio de garrapatas y otros insectos, difíciles de limpiar y anti-higiénicas, además de incómodas y frías para el animal. Las casetas de poliuretano son desmontables y fácilmente lavables, desinfectables y se pueden mover fácilmente de un lugar a otro. Son, además, calientes en invierno y frescas en verano.Revisa frecuentemente el vallado de modo que no haya huecos por donde pueda escapar. Es ideal que exista al menos un pequeño muro además de la valla o que haya cemento hasta cierta profundidad del suelo bajo la valla, de modo que el perro no excave y escape por debajo; lo cual es muy frecuente en período de lluvias, cuando el suelo está blando y no tardan nada en cavar un buen túnel. Hay perros que rompen las vallas o el cercado con mucha facilidad. Un recubrimiento de enredaderas o de setos evita que el perro pueda hacer agujeros fácilmente.Evita dejar basura, madera, cartón, plástico o pequeños objetos metálicos o cortantes que el perro pueda morder o comerse; objetos delicados que puedan romper y cortarse; objetos punzantes tales como herramientas de jardín o aparatos eléctricos conectados a la corriente, con los que el perro pueda resultar herido. Algunas plantas que tienes en el jardín pueden ser tóxicas o venenosas para los perros. Los cachorros y los perros jóvenes suelen ser víctimas de sus propios juegos cuando nadie les vigila en el exterior.No olvides que no es conveniente dejar a tu perro solo en el jardín o en la parcela mientras no estás en casa. Estará expuesto a cualquier cosa que pueda ocurrir, puede escaparse o ser robado. Esto último es una de las mayores causas de extravío de perros en España y se da especialmente entre perros de raza, en concreto razas de perros considerados potencialmente peligrosos, en los lebreles y los de caza. La ley también penaliza la irresponsabilidad del propietario que no mantiene a su perro permanente controlado y sin vigilancia pudiendo causar daños a terceros.Dedícale tiempo a tu perroSi tu perro vive fuera de casa, puede que creas que pasas tiempo suficiente con él sólo por salir y pasar un rato tirándole la pelota o dándole un gran paseo diario. Pero, ¿piensas en él mientras permanece solo fuera de casa en días de lluvia o nieve, de tormentas, de frío o extremo calor?. Tu perro te necesita más de lo que piensas. A los perros no les gusta estar solos. No sólo eso, sino que necesitan convivir con su grupo familiar para su estabilidad psíquica. Está en sus genes y el aislamiento les causa terribles sufrimientos que ni siquiera las personas solitarias experimentan (la situación equivalente se asemeja más a la de un prisionero de guerra en una celda de incomunicación, ¡durante toda su vida!)Se realista. Los tiempos han cambiado y hoy en día no tenemos mucho tiempo para hacer compañía al perro mientras estamos arreglando el jardín, tomando el sol en la piscina, plantando tomateras en la parcela u organizando barbacoas en el patio. No tiene sentido dejar al perro solo todo el día. Procura pasar más tiempo con tu perro, dentro y fuera de casa. Haz que se sienta un miembro más de la familia. Ellos se sienten así importantes y útiles. "Guardar" la finca de extraños y ladrar cuando pasa alguien no les dignifica, no les proporciona ninguna satisfacción y no les hace sentirse como parte de la manada. Edúcale enseñándole las normas básicas de conducta. Apúntate a alguna actividad con tu perro.Educarle bien y enseñarle a convivir contigo a veces se convierte en una cuestión clave para la supervivencia tu perro. Una mala educación y la ausencia de cualquier ayuda para que encuentre la manera ideal de relacionarse contigo y con tu familia, puede significar su muerte. Mucha gente pega al perro en un intento desesperado para que les obedezca . Jamás se le debe castigar físicamente. Lo único que conseguiremos es crear un perro desequilibrado y violento. La mayor parte de la gente no sabe que un perro espera que el agresor se detenga inmediatamente ante su postura de sumisión (como hacen entre ellos) y el hecho de que el propietario continúe pegándole le podrá provocar severos trastornos mentales.Casi desde el nacimiento, los perros aprenden a relacionarse con su entorno, con sus hermanos de camada, con las personas y con otros animales. Tenemos el deber de proporcionarle las pautas que conducta que queremos que muestre de forma ideal en su relación con nosotros. Esto es, debemos procurarle estabilidad emocional, enseñarle la manera ideal de convivir con nosotros y de corregir las conductas indeseadas que puedan surgir a lo largo de su vida (de toda su vida), especialmente durante su desarrollo y su juventud. Aunque una situación cambiante y desagradable para tu perro puede hacer que éste cambie ciertas características de su conducta de modo que no nos resulten adecuadas, por lo que deberemos consultar a un especialista para corregir dicha conducta. Los perros están siempre deseando aprender. Para los lobos, el aprendizaje de las normas de convivencia es crucial para su supervivencia. En los demás cánidos, incluido el perro (al igual que en muchas especies), ocurre exactamente lo mismo.Documéntate y lee sobre la manera correcta de educar a tu perro y, sobre todo, consulta con un especialista. Nadie mejor que un etólogo o especialista en conducta, para aconsejarte y buscar soluciones ante cualquier comportamiento no deseado del perro. Un educador puede ayudarte a conseguir un perro más obediente y a comunicarte de manera más adecuada con él. Un perro educado es un perro feliz, pues se siente más integrado y seguro de sí mismo y percibe que su presencia en casa no genera malestar y enfado entre los suyos a causa de una conducta que él no controla.A partir de las 12 semanas de vida se puede empezar con la pre-educación y socialización para cachorros. En nuestro país, afortunadamente, cada vez hay más clubs caninos que ofrecen este tipo de entrenamiento. Hasta los cinco o seis meses de edad el cachorro no aprende a retener el pis. Ten esto en cuenta y enséñale a ser limpio en casa a partir de esa edad, sacándole a menudo a la calle y premiándole cuando lo haga bien, nunca castigándole cuando lo hace en casa.Habla con amigos o familiares que mantienen perros aislados y ayuda a otros perros a encontrar su lugar en la familia.Ayuda a desechar ideas preconcebidas tales como "los perros tienen que estar fuera porque en casa de 'agobian' y necesitan estar en el campo" o "los perros están para 'cuidar' la nave y ladrar cuando se acerque alguien" o "no quiero que me ensucie la casa o me destroce los muebles". Ayúdales haciendo que sus amos comprendan que:* Los perros son animales de manada y altamente sociales. Los perros domésticos necesitan de su grupo humano para su estabilidad emocional y psíquica. La soledad es el mayor de los castigos para un cánido y sufren terriblemente, aunque no seas capaz de percatarte de ello fácilmente si no conoces bien a los perros. Sus paseos diarios, su ración de ejercicio y juego, el relacionarse con otros perros en el parque y sentir que forma parte de una 'manada' les hace felices, no el permanecer solos en la parcela.* Los perros no sirven para cuidar la propiedad. Si viven en un patio, la casa no es considerada como parte de su territorio, que es por lo que realmente sienten interés los ladrones, lo que les hace inadecuados para esa función. Además, se les puede burlar fácilmente y son trágicamente las únicas víctimas del robo.* La conducta de los perros que viven solos se ve negativamente alterada. Se aburren, se desesperan y destrozan el jardín, los muebles y cualquier objeto que encuentren a su alrededor; hacen agujeros en las vallas o cavan túneles en suelo; se escapan a riesgo de atacar a algún transeúnte u a otros animales, de perderse y no regresar o de acabar atropellados en la carretera. A veces, están tan alterados que llegan a morder a algún miembro de tu propia familia o a cualquier visita inadvertida. La ansiedad y los trastornos obsesivos son típicos en estos animales y la situación y peligrosidad aumentan notablemente cuando, además, el perro permanece atado o encadenado una parte del tiempo o permanentemente.* Ladran constantemente o ante cualquier movimiento o ruido, alterando la tranquilidad del barrio y de tu propia familia y provocando protestas y denuncias por parte de los vecinos.* Los perros solitarios tienen mayores índices de eutanasia, padecen más enfermedades y viven menos años que un perro atendido que cohabita con su familia. Suelen padecer enfermedades parasitarias (muchas veces transmisibles al ser humano), enfermedades osteo-articulares degenerativas que causan dolor y que le pueden dejar postrado. Acelera procesos como la displasia, son más vulnerables a infecciones y padecen más afecciones respiratorias y gástricas. Estos animales tienen muchas posibilidades de resultar heridos, robados o asesinados por extraños, pueden acabar atropellados al escaparse, pueden morir por hipotermia durante el gélido invierno o ser víctimas de 'golpes de calor' en verano. En cualquier caso, padecen enfermedades crónicas que le causan sufrimiento y dolor, lo cual les convierte en víctimas de una vida miserable, mientras sus propietarios, dentro de casa, viven despreocupados y sin remordimientos.* Las leyes penalizan cada vez con mayor dureza, incluso con la cárcel, aquellos actos que conllevan crueldad con los animales, por acción u omisión. Por ejemplo, el Código Penal español especifica que "Los que maltrataren con ensañamiento e injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales". Si, además, el perro ha mordido a través de la valla a una persona o ha escapado y alguien ha resultado herido por un ataque del perro o ha causado un grave accidente de tráfico, las consecuencias legales son aun más perjudiciales para el propietario legal del animal. Es, además, una forma muy tonta de arruinar tu vida. Si no puedes tener bien cuidado y controlado a tu perro, simplemente no tengas perro.* Los perros pueden fácilmente (y deben) ser educados para ser limpios en casa, para que no tiren de la correa y para que sean siempre obedientes. Sólo hay que seguir unas pautas muy sencillas. Los perros siempre están atentos a cualquier gesto de sus amos, interrogándoles constantemente con su mirada y su actitud para conocer cual es la conducta más adecuada que esperan de ellos en cualquier situación. Ellos quieren aprender de los individuos que están por encima de él. Ésto sería parte de su conducta normal en una manada, ya que se trata de integrarse y de llegar a ser aceptado en el grupo. Esto hace que la tarea del adiestramiento y el modelado de la conducta sean tareas muy satisfactorias, pues todos los perros aprenden con rapidez. Los perros que han vivido semi-abandonados en una nave o una parcela también pueden aprender y mejorar su conducta de modo que pueden volver a convivir con sus amos y recuperar su estatus en el grupo. En ellos la tarea no es tan sencilla y requiere un esfuerzo mayor por parte del propietario. Hacer que recuperen la confianza en sí mismos y en las personas es lo primero. Luego, la integración en el grupo familiar ha de hacerse siguiendo unas pautas de manera constante y dedicándole el tiempo necesario para evitarle estrés y desorientación y para que le resulte más fácil encontrar su lugar en el clan familiar. Dejarse aconsejar por un etólogo o un educador es siempre recomendable. Una actividad como el Agility le ayudará a socializarse con otros perros, a aprender las normas básicas de obediencia y le proveerá del ejercicio y el juego que necesita. |