|
Publicado: Monday 02 de August de 2010, 16:59
Bueno, pues tuvimos un broncón el otro día que estuvimos a punto de cortar. Eso si, ya le dije que el chip del perro ya lo estaba cambiando porque no se lo llevaba, el perro era mío, aunque el chip estuviese a su nombre (porque fui gilipoyas y como entonces aún no vivíamos juntos...). De todos modos, aunque os revelo el final de la película, decir que lo hemos arreglado. Aún así, voy a cambiar el chip, y poner el perro a mi nombre, sobre todo porque la que compite con él soy yo.Bueno, de la bronca en la que volvió a salir el perro, de repente salieron a relucir mil cosas que no me ha contado.Os cuento un poco en resumen. En principio hubo un momento que se nos ocurrió la idea de ir a Austria a vivir. A mi me pareció buena idea, pero le dije que siempre y cuando hubiese una universidad donde poder terminar mi carrera, ya que después quería opositar a la administración pública (sueños masocas que tenemos algunas). Él dijo que vale.Después de investigar resultó que no había ninguna universidad. Yo, evidentemente le dije que hiciese lo que considerase oportuno, pero que yo me quedaba en España porque tenía que terminar mis estudios. Llevo un montón de años (incluso cuando hacía Bellas Artes) preparándome para trabajar en la administración, concretamente como Diplomática, que es lo que he querido desde que tengo 15 años, y ahora no voy a tirar mi futuro por la borda.Él decidió quedarse.A consecuencia de ello, resulta que su madre dejó de hablarle, y me culpaba a mi de la decisión que él tomó. No le falta razón a la mujer, pero yo no le obligué, yo le dije que si era lo que quería, que se fuese. Debido a esto su madre casi no le pasa dinero que le hacía falta, y encima le culpaba de no estar buscando trabajo. Yo ahí me pillé el rebote del día, porque le he visto ir hasta a 3 entrevistas en un día, ir TODOS los días a entrevistas de trabajo, y ver con angustia como no le cogían por no tener experiencia, o no ser filólogo (se apuntaba a todo lo relacionado con idiomas, ya que es poliglota).Ahora, con el nuevo curro, parece que su madre está más contenta. Pero ahí no acaban nuestras desdichas, porque me ha dicho que no podemos comprar el perrito porque en Octubre cierran la sucursal de Madrid, y la otra sucursal está en Toronto, Canadá. Entonces, cuando cierren la sucursal, no sé qué vamos a hacer... porque todos mis ingresos tienen que ir a la casa, evidentemente.Montar un negocio, que era otra idea que teníamos pensada (una autoescuela), descartado completamente. Su madre no quiere actuar de aval, y los míos no pueden avalar un negocio ni aún con la casa.En resumen, que habría sido todo mucho más fácil si me hubiese contado todo desde el principio. De momento me despido de perrito por unos años, aunque seguiré leyendo este subforo para aprender más. Quizá algún día... |