¡Adicto Total!
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Publicado: Wednesday 31 de December de 2014, 13:04
LA PSEUDOGESTACIÓN.
La pseudogestación es lo que coloquialmente y entre los neófitos se da por llamar “embarazo psicológico” Sin embargo no es nada psicológico, sino que es una condición o estado fisiológico y, por lo tanto, normal en la perra.
La pseudogestación se produce en hembras que no han quedado preñadas, pero en las que se produce una disminución de la actividad del cuerpo lúteo, con la consiguiente bajada de progesterona y aumento de la síntesis de prolactina. En la Naturaleza es un proceso normal, y a veces incluso se utiliza en las manadas para ayudar en la cría de los cachorros de la hembra reproductora. Se produce en hembras que no han quedado preñadas, pero en las que hay una disminución de la actividad del cuerpo lúteo con la consiguiente bajada de progesterona y aumento de la síntesis de prolactina. La perra tendrá los mismos síntomas de una gestación real. Ocurre a las 6-8 semanas de haber pasado el celo, aunque puede variar entre 3 y 14 semanas.
Origen de la falsa preñez
Tanto la perra que ha quedado preñada como la que no, pasan al final de su celo por la fase de diestro, en lugar de entrar en anestro (descanso) como otras especies. Por lo tanto, las hormonas circulantes y su efecto debe ser el mismo, pero depende de la actuación sobre el sistema nervioso de dichas hormonas. Con lo cual una perra que no ha quedado preñada puede presentar los mismos síntomas que una que realmente lo está.
Sintomatología
Los síntomas concurrentes a esta incidencia hormonal sobre el cerebro aparecerán en el mismo momento que los de una perra gestante, es decir, que el ciclo será el mismo, con la única diferencia de que la pseudopreñez no terminará en parto. Observaremos hinchazón en las mamas y el abdomen, cambios de comportamiento como una mayor agitación e incluso conducta de nidificación, adopción de objetos o muñecos como cachorros y, lo que es más llamativo en algunos casos, agresividad maternal. Esta agresividad es propia de las hembras que protegen a sus crías y es natural, por lo tanto no debemos considerarla una alteración del comportamiento en sí, sino dependiente de la fisiología de una perra gestante o en lactación. Por supuesto estos cambios de conducta pueden resultarnos en algún caso molesto, ya que la perra es posible que no nos deje acercarnos a su cubil. Sin embargo, si no la molestamos pasarán transcurrido un tiempo. Los síntomas que sí deberían preocuparnos serían los orgánicos, como las mamitis. Normalmente una perra que ha sufrido una vez de pseudogestación la seguirá padeciendo después de cada celo. Hay que observar que durante este periodo se produce una ralentización del aprendizaje, por lo que no debemos exigir a perras que estén en entrenamiento, adiestramiento o educación.
Tratamiento
Normalmente no se hace necesario utilizar tratamiento farmacológico para que desaparezca, aunque a veces, por el engorro que supone al propietario y las complicaciones para el animal (como por ejemplo: mamitis, alteraciones del comportamiento); se pueden usar inhibidores de la síntesis de prolactina, de los cuales, el más apropiado es la cabergolina. Este es un proceso que suele pasar solo, incluso a veces desapercibido para el propietario; y como mucho se recomiendan diuréticos, para la inflamación de las glándulas mamarias, o restricción en el acceso a bebida y comida (incluso dieta total durante un día), así como dar largos paseos con la perra durante este periodo. Está comprobado que la pseudogestación no predispone a la aparición de tumores mamarios, ni de piómetra.
Fuente: http://www.etologiaveterinaria.net/publicaciones/ |