Juego del asesino: Freak Show II. [Juego finalizado. Soluciones, página 19]

P.D. Chicas, espero que hayan sentido la mirada de Creb observándoles... sobre todo aquella que me crucificó, verdad Adeeeeeee?

CharlieHarper dijo:

P.D. Chicas, espero que hayan sentido la mirada de Creb observándoles... sobre todo aquella que me crucificó, verdad Adeeeeeee?

 
Sé que Creb sabrá perdonarme... No hay nada que una buena botella de Bourbon no pueda arreglar...    

Yo he votado hace 10 min jejeje esto esta paraiiiisimo!!nadie dice nada shhhhh

Ehhhh! No había caído en eso de los dos o ninguno!! Ella y su hijo!!  

Adeeeeeeeeee dijo:

Ehhhh! No había caído en eso de los dos o ninguno!! Ella y su hijo!!  

  a mi me cuadra todo, en el relato 1 Elsa le recrimina de "que aquello no era un hospicio" y el segundo empieza con esa frase, todo tiene sentido, la forma de redactar encaja tambien.

Yo caigo esta noche!!!eso lo tengo clariiiisimo  
Las pista sobre quien es el asesino son obligatorias,no??

Relato de moderación -- No contiene pistas

Era un día de tormenta y se había ido toda la luz del recinto. No iba el generador de emergencia, por lo que todas las caravanas estaban iluminadas por velas.

Ella se encontraba en un rincón, bebiendo como una posesa. Debía olvidar... Tenía que olvidar. Imágenes de su pasado pasaban rápidamente por su mente, como si de una película antigua se tratara. De pronto, escuchó un ruido; no le dio importancia, sería cosa de la gran tormenta, que se estaba deleitando partiendo árboles en dos. Era un espectáculo digno de admiración.

Continuó perdiéndose en sus recuerdos... Una copa, otra, otra y así, hasta terminar con la botella. Por fortuna, tenía muchas más. Iba a beber hasta perder el conocimiento, lo tenía decidido. Esa noche, esa en concreto, así debía ser.

Otro ruido y... una sombra. Sus sentidos comenzaban a entumecerse. Realmente, no sabía si lo que estaba escuchando, viendo, era real o producto de su abotargada imaginación. Se encontraba en un estado lamentable, ya no podía ni moverse. Intentó incorporarse y cayó al suelo; ahí pasaría la noche.

De pronto, una voz.

- Hola, querida. No me digas que ya no te acordabas de mí.

Esa voz... Esa inconfundible y aterradora voz... por la cual se encontraba en este lamentable estado. No podía ser... Se preguntaba que cómo demonios la había encontrado. Este era su fin, lo sabía.

Comenzó a sentir cómo se derramaba una especie de líquido caliente por su garganta. Líquido que se iba endureciendo con el paso de los segundos... Cera, iba a ser asesinada con cera. La sensación era terrorífica, pero más terrorífico era no poder hacer nada, en ese estado... no podía más que esperar la muerte. Una cálida y asfixiante muerte .

Su cadáver fue hallado a la mañana siguiente. La persona que la encontró, jamás olvidará la mueca de terror y angustia de su rostro.

Descansa en paz, Déborah.

- RELATO 3 -

Empezaba a cogerle el gusto a eso de matar gente. Se que puede sonar cruel, pero para mi no lo es. Cuando la vida es tan dura muchas veces el favor más grande que le puedes hacer a alguien es quitarle de enmedio, es lo que más desean, pero ellos no lo saben. Yo si, y por eso hago todo esto y por que ella, es más que mi compañera, más una amiga, algo así como una hija.
Ya tenía claro mi siguiente objetivo... ella. Era pequeña, muy pequeña y su vida hasta dar con sus huesos en esta carpa mugrienta había sido también muy triste, toda una vida anhelando unas largas piernas, que le permitieran hacer todo lo que solo podía imaginarse... aquello no era vida, y por eso planifiqué su muerte con mimo, con cariño, pensando que el fin siempre justifica los medios, el daño no era gratuíto.
Era temprano, hora de levantarse, asearse y desayunar antes de entrenar nuevas formas de divertir a nuestro público. Ese era el momento, entré en la carpa-baño y sorpendi a Legless en la bañera, hundida en el agua templada con los ojos cerrados.
Me acerqué por detrás y la rodee el cuello con mis manos, solo sería un momento. La empujé de repente, por sorpresa para abajo hasta hundir su cabeza, hacia el fondo de la bañera. Ella se revolvió furiosamente pero fue inutil, cargué el peso sobre ella y cuando calló la primera gota de sudor por mi frente, Legless ya no vivía, solo su pelo quedaba a flote. Fue fácil, no pudo oponer mucha resistencia. Su sufrimiento había terminado...
Me alejé de alli disimuladamente, solo yo sabía nuestro secreto, nuestro secreto, un secreto entre las dos, del resto no sabría nada. Para ellos se trataría de un accidente...

¿A quién asesinaron?