Juego del asesino: Freak Show II. [Juego finalizado. Soluciones, página 19]

Yo soy pigman,nací en un bonito pueblo a las afueras de la ciudad en el que crecí felíz. Un día mientras paseaba un hombre corpulento me metió a la fuerza en su camioneta negra y me llevó a un sótano. Experimentó mucho conmigo y un día después de mucho tiempo me liberó. Todo el mundo huía de mi y se iban corriendo cuando me veían. No supe por qué hasta que me vi reflejado en un cristal,me había convertido el el cerdo humano con sus experimentos.Tenía una apariencia tremendamente desagradable.
Todo el mundo huía de mi e incluso me apedreaban e insultaban al pasar,pero todo eso cambió cuándo vi un cartel en mi ciudad de un circo de personas raras como yo.Me acerqué a allí para ver si podían darme un hogar y así fue como conocí a  la señorita Elsa Mars.Después de eso la gente no solo no me temía, si no que les causaba admiración y era querido.

¿Qué por qué estoy con Elsa?
Jajajaja…eso es largo de contar, supongo que la miseria  y la decadencia humana me empujaron hasta aquí.
Lo tenía todo al alcance de mi mano, soy un engendro, si, pero era la mayor artista de Baltimore desde Wallis Simpson, el publico me adoraba, la fortuna me sonreía y como una niña estúpida creía en los cuentos de hadas.
Me enamoré, pesqué al forzudo que trabajaba en la compañía, Dell,  y como una tonta me casé y me deje embaucar.
Ahora que lo pienso, quizás Dell si me quisiera al principio, pero el amaba a algo más, al dinero.
Cambiamos el número, nos refinamos y los ricos que antes se reían conmigo, ahora lo hacían de mí, me abucheaban, me tiraban verduras podridas y perdimos los contratos y con ellos el dinero.
Estábamos sin blanca, me había quedado embarazado y no encontrábamos trabajo en ningún circo, Dell usó el nacimiento de mi hijo como reclamo y parí mientras la gente miraba como un nuevo engendro nacía, ¡25 centavos si quieren tocar al engendro! Gritaba.
Dell se fue, no éramos rentables, y yo…me refugié en la botella.
 Tirada en la calle, con mi hijo mugriento y escuálido a mi lado, así nos encontró Elsa, ella nos dio un hogar, en sitio donde refugiarnos, un sitio donde mi hijo podría tener una familia.
Pero a pesar del paso del tiempo, revivo el haber maldecido a mi propio hijo, no ha conocido nada que no sea la explotación.
Ni me perdono, ni perdono y algún día resarciré mis culpas.

"Aquella mañana, Elisabeth se levantó con una sonrisa en el rostro.
El cantar de las aves la arrastró de su sueño a la realidad. Y allí estaba él, junto a ella, por fin.
Su amado. Después de tantos largos años de espera, el por fin se había decidido a dejar a su esposa y presentarla a ella ante su familia oficialmente como su nueva prometida.
Miró el anillo. No cabía en su cuerpo tanta felicidad.
Se levantó y se asomó por la ventana. Hacía una mañana clara, tranquila. La brisa jugueteaba con su largo pelo negro y acariciaba su nuca. Parecía estar viviendo un sueño.

—Damián —le dijo ella—,voy a salir al centro con las chicas. Necesito comprar algunas cosas para esta noche.

Él abrió los ojos a duras penas, cubriéndose a su vez con el antebrazo.

—¿Irás a buscar el vestido para tu fiesta de soltera?
—Así es —afirmó ella, sonriendo—. Esta noche va a ser perfecta...

Salió por la puerta de casa tras vestirse, lavarse la cara y recogerse el pelo en un moño.

Tras un desayuno ligero en una cafetería que solían frecuentar Elisabeth y sus amigas, partieron a la búsqueda del vestido y los complementos perfectos.

Tras un largo día de compras, Elisabeth se despidió de sus amigas en el centro. Estaba cansada, era tarde, y aun debía encontrar un cochero que la acercase hasta casa, a las afueras de la ciudad.
Se quitó los tacones y empezó a deambular por la ciudad. Era tarde, y temía no encontrar ya un cochero hasta la mañana siguiente cuando, alguien de entre las sombras, la agarró del brazo empujándola a un callejón oscuro, tras el burdel «Madame Brussel».

—Vaya, vaya, vaya... ¿Quién tenemos aquí? —dijo la voz de la penumbra.
Elisabeth intentó zafarse de aquella mano que la sujetaba con fuerza, cuando las luces de neón se iluminaron más intensamente para descubrir un rostro conocido; Valeria.
—¿Qué haces por estos lugares, a estás horas? —Le preguntó Valeria, con un tono burlón. El fuerte olor a alcohol la delataban.
—¿Y qué haces tú? ¡Suéltame! —le gritó, zafándose de la mano de Valeria.
—Aquí me ves. Me quitaste la fortuna de mi marido, mi familia me rechazó por ser la cornuda, por no haber sabido mantener a mi hombre... Ahora vivo de esto —dijo, señalando el burdel.
—No es mi problema, no tengo la culpa de...
—Sé que mañana celebras tu noche de soltera, que mañana finalmente, mi exmarido será tuyo, junto a toda su fortuna —le cortó Valeria en seco—. Sería una lástima que alguien te lo estropease, ¿no crees?

Agarró a Elisabeth por el pelo y comenzó a arrastrarla hacia la entrada del local. Dos compañeras que estaban fumando un cigarro en la entrada, vieron el forcejeo y acudieron a ayudar a su amiga.
La llevaron a la habitación 16. la desprendieron de sus ropas y la ataron a la cama.

—Ahora vas a saber lo que es el dolor, lo que es perderlo todo —comenzó a decir Valeria, con una furia contenida—. ¡Vas a saber lo que es que el hombre de tu vida te abandone!

Bajó hasta la cocina, allí, calentó una olla de agua hasta la ebullición, subió con ella, y se la tiró por encima a Elisabeth, que comenzó a chillar agudamente debido al dolor.
En el piso de abajo, la fuerte música ahogaba sus gritos.
Siguieron torturándola hasta que llegó la madrugada, cuando, con Elisabeth inconsciente, la abandonaron a su suerte en una ciudad cercana.

Cuando el sol comenzó a salir, una mujer trató de despertarla.
—Eh, ¿estás bien? —le preguntó.
Elisabeth abrió los ojos. Tardó un instante en acordarse lo que había pasado la noche anterior, el tiempo que tardó en sentir el ardor de las quemaduras, y el frío en su cuerpo al estar desnuda.
—No, señora. Acabo de perderlo todo, absolutamente todo —dijo, cubriéndose las manos y comenzando a llorar, siendo consciente de que no podría volver a casa.
—Acompáñame —le dijo aquella mujer, extendiendole la mano—. Puedo ayudarte, curaré tus heridas y te daré un hogar dónde nadie te juzgará.
Elisabeth se quedó callada, algo perpleja, pensando en la propuesta que aquella extraña desconocida le ofrecía.

Al no ver reacción ninguna por parte de Elisabeth, la mujer la agarró de la mano y la puso en pie. Se despojó de su caro abrigo, y cubrió con el a Elisabeth.

—Mi nombre es Elsa Mars, ¿y el tuyo?

Desde aquel momento, Elisabeth comenzó a trabajar para Elsa. Elsa ocultó sus cicatrices con tatuajes, exágero algunos rasgos de su rostro, haciéndole creer a Elisabeth que esto disimularía sus heridas y que la gente se fijaría menos.
Le implantó unos colmillos falsos y... ya tenía un nuevo juguete para su circo de monstruosidades. Había llegado la que ella bautizó como "La mujer vampiro".

Miostatina. Ese es el nombre de la puta que consiguió llevarme hasta donde estoy.
No, no es nadie, ni si quiera puede verla tu ojo de "persona normal"...
Es una proteína la que me ha llevado hasta aquí. Una proteína y los deficientes genes que un día heredé y por los que, desde que nací hasta el día en que me muera, maldeciré ser hija de quien soy.
No puedo odiar más a mis padres, si es que acaso merecen ese nombre... no lo creo, no pueden llamarse padres dos personas monstruosas que deciden engendrar otro monstruo a su imagen y semejanza para que sea repudiado toda su miserable vida. ¿Acaso no sufrieron suficientes burlas ellos? ¿Quieren redimirse de su dolor creando otro espécimen objeto de la crueldad que ellos sufrieron?

Así llegué a este mundo lleno de hijos de perra, este mundo donde la gente "normal" puede permitirse mirarte al pasar, e incluso atreverse a murmurar... algunos, los más cabrones, hasta se ríen a tus espaldas, como si no supieran que la doble musculatura es una mutación genética que no pude elegir, ¿de qué cojones se ríen esos mierdas? Podría retorcerles la cabeza hasta romperles el cuello como a un pavo en nochebuena, podría arrancarles un brazo si me saliera del coño, partirles las piernas por cinco sitios diferentes para que no volvieran a andar en su puta vida, y sin embargo no lo hago... o bueno, al menos de momento no lo he hecho gracias a alguien.

Ella es Elsa. Elsa Mars. Ella ha conseguido frenar mi desesperación, mis ansias de venganza. Ahora... ahora sigo siendo un mosntruo, sí... pero rodeada de monstruos y eso me hace sentir un poco mejor. Todos sabemos lo que es estar ahí fuera, lo que es ser el blanco de las miradas, de los abucheos y hasta de huevos podridos. Ahora me pagan por seguir siendo lo que soy, un monstruo. Aquellos que me hicieron la vida imposible y me quitaron las ganas de vivir, esos... esos son los que ahora me pagan. Ahora mi vida sigue siendo una mierda, sí... pero ya no quiero morirme porque ahora tengo un plan...

Una noche tormentosa, la puerta de un orfanato, una canastilla con un bebe dentro tapado.
La recogieron y cuando fueron a mirar el sexo se dieron cuenta de que les faltaba las piernas, por lo que fue criada apartada, los niños se burlaban pero un niño en concreto era su amigo en secreto y le enseño a leer y escribir, ya que tenia negado el estudio, los años pasaron, y ese joven fue adoptado por lo que lo paso sola, año tras año, un día un circo paso por aquella ciudad, los niños del orfanato lo visitaron junto a una de las monjas, al ver a los que estaban allí se acordaron de la sin pierna, preguntaron a la dueña que gustosamente la acepto en su circo, pagando un poco de dinero, lo bastante para el orfanato pero muy poco para el valor de Legless.

"Os traigo la paaaaaz, os traigo amoooor.......... ¡Y hambrunas, y guerras, y devastación!" rugí cuando el sol empezó a salir por el horizonte y me hizo convertirme en mi yo original. ¿Quién soy? Un bicho raro, un freak de este circo de la vida. Durante el día soy un ser íntegro, frío y ambicioso, capaz de pisotear a mis enemigos para alcanzar mis objetivos. Durante la noche me transformo a causa de una horrible maldición, me transformo en un ser horrible, en una criatura débil, pacífica y llena de bondad. Durante un tiempo fui el hombre más poderoso de todo Springfield pero cuando esos sucios ecologistas ganaron la batalla y me arrebataron la central nuclear para plantar molinos no tuve más remedio que huir. He viajado mucho en mi inmortalidad, he visto todo tipo de cosas horribles, pero sólo ahora creo encontrarme realmente entre los míos.

Soy Déborah, no sé ni quién soy ni que soy exactamente, poco recuerdo de mi infancia, es más, he tenido realmente infancia? De dónde vengo y porque estoy aquí?

Todo lo poco que recuerdo, fue aquel sitio horrible, estaba oscuro y húmedo, se escuchaban gritos y llantos, y entre ellos, algunos susurros, que costaban de entender entre todo el ruido de fondo, de lo poco que logré entender de entre estos susurros fue:

- Lo hemos conseguido! Humano y serpiente, quién lo diría? Jujuju

Humano? serpiente? Que era eso? No lo sabía... En aquel lugar, había más seres parecidos a mí, la mayoría deformes, inviables para vivir, otros muchos directamente no superaban "la primera fase" que ellos decían, y aparecían ya sin vida, todos ellos terminaban en el desguace en poco tiempo.... aunque a mí me mantenían allí encerrada, en aquella especie de urna, hasta que escapé....

La vida fuera era dura, no tardaron en capturarme y tratarme como un monstruo, pasé lo que recuerdo mi vida de mano en mano, me compraban, vendían, me comí algún "dueño" por dejarme pasar demasiada hambre y me escapaba hasta que volvían a capturarme, algunos simplemente me tenían por ahí, otros presumían con personas a las que veían a menudo, amigos les decían, y otros me exhibían delante de mucha gente, ahora he terminado aquí, a ver que me espera ahora.

Bette (la buena): al final no fue tan malo que Dot matase a mama, Estábamos hartas de vivir encerradas en aquella habitación.
Recuerdo la cara de los policias cuando abrieron la puerta de nuestro cuarto y mama estaba allí ensangrentada tirada sobre nuestra cama, nos sacaron esposadas mientras todo el pueblo nos observaba como el monstruo que somos... Nos gritaban y escupían.
Y de repente un día apareció Elsa frente a nuestra celda, no sabemos como nos saco de alli, pero nos ha dado un hogar, en su circo formamos parte de algo,Aqui son todos como nosotras, ya no tenemos que escondernos y por primera vez me siento viva y casi normal.
Pero Dot siempre esta enfada, desde que paso lo de mama, siento que la mitad del cuerpo que yo controlo no sirve de nada, ella lleva la voz cantante, y yo... Bueno, le sobro. Noto como cada vez el odio se apodera más y más de ella.

Dot (la mala):  esto no me gusta nada, me siento un bicho raro saliendo al escenario para que me miren como un montruo... La zorra de mama tenía razón....Aun noto su sangre caliente sobre mi pecho cuando la mate, y admito que me encanta recordarlo, odiaba no poder salir de aquella maldita habitación, se lo merecía. Un par de noches en el calabozo merecieron la pena sin duda alguna aun con los abucheos de la gente retumbando en mi cabeza.
 Sólo Elsa se acercó a nosotras sonriendo...se ha portado bien, tenemos nuestra propia caravana y bette esta empeñada en que me disfrute del circo y me olvide de aquella habitación empapelada en rosa, a veces incluso me convence... de todas formas no tengo donde ir, por ahora actuáremos delante de esos palurdos.

Mi historia:
Soy Edwards Sanders mas conocido como Eddy,era un niño feliz que vivia con toda mi famila en un rancho para la cria y venta de ganado a las afueras de Illinois. Un tragico incendio en el cual murio toda mi familia cambio mi vida,no solo por los daños físicos que me causaron, quemaduras de 2º y 3º grado en el 80% de mi cuerpo y la perdida de las cuerdas bocales a causa de la inalación de humos calientes, si no los mentales causados por el choc que supuso la perdida de toda mi familia,acabar en un centro de menores y la soledad causada por el rechazo que provocaba.
Desarrolle una gran habilidad para poder expresarme a traves de mis gestos y expresiones pero solo conseguí mas rechazo a causa de mi aspecto.
Poco a poco el rechazo que recibia solo hacia aumentar mi odio hacia los demas, me aislé y tomé un rumbo equibocado hasta que un dia la señorita Elsa Mars supo de mis habilidades de expresión y mi extraña apariencia, me propuso formar parte de su elenco de Artistas,me comento la clase de persona que trabajaban en el circo y acepte porque supe al instante que ese tipo de personas me podrian hacer sentir como en casa.

Mi nombre es Clem y soy un demonio. Probablemente no encaje en tu idea de demonio, un ser maligno, depravado, cuyo único objetivo es causar daño a los demás. Aunque he de admitir que el estereotipo de demonio es bastante acertado existen excepciones y yo soy una de ellas. Solía vivir en Sunnydale, en el sur de California, situada sobre la Boca del Infierno, donde mi aspecto no llamaba la atención, siempre que supieras dónde ir. Yo era feliz allí, tenía amigos tanto demonios como humanos y me mantenía lo mas alejado posible de las constantes trifulcas entre ellos. Pero todo cambió cuando, ante la inminente batalla que acabaría reduciendo mi querida ciudad a un cráter en mitad de la nada, me vi obligado a huir. Recorrí todo el país en busca de estabilidad, pero, ¿cómo alguien con mi aspecto iba a encontrarla? La respuesta apareció cuando estaba a punto de tirar la toalla. En Cleveland, después de toparme con otros demonios (estos sí hacían justicia a la imagen que se tiene de los demonios) estaba perdido, sin coche, sin dinero y sin un lugar donde quedarme, todo estaba perdido, en cuanto me durmiera, si alguien me veía me mataría o algo peor, me encaminé hacia las afueras de la ciudad y allí había unas personas acampadas. Una mujer salió al oírme llegar, cuando la luz fue suficiente para que mi rostro se viera con claridad una sonrisa se iluminó en el rostro de la mujer. Ella me rescató y me dio esa estabilidad a la que ya había renunciado. No era la vida que yo había soñado, ni mucho menos, pero era una vida.

-Te quiero- Fueron las últimas palabras hermosas que salieron de mis labios, las palabras que me llevarían a lo que soy hoy.

Era feliz, tenía una bonita casa, un padre que me adoraba, y lo más importante, había conocido el amor verdadero.

 Había sido el único que no me quería por mi aspecto, miraba más allá de una cara hermosa, quizás por el hecho de que él no tenía una bonita apariencia. Su nombre era Paul, más conocido como el chico foca, aunque eso a nosotros no nos importaba.

Sin embargo debíamos llevarlo en secreto, yo no quería, pero él me aseguraba que era lo mejor para mi, que mi padre jamás lo entendería.
A pesar de todo, yo no lo creía así, al fin y al cabo, era mi padre, debía de entenderme, debía quererme.

Esa noche volví a casa decidida a contarle toda la verdad a mi padre, estaba cansada de mentiras…
-¡NO VAS HA SALIR CON UN MONSTRUO!
-¡No puedes impedirlo!, ¿Qué vas a hacer? ¿Matarme?
-Penny, no es tan sencillo, tengo una reputación que mantener.- Y acto seguido, me asestó un golpe que me dejó inconsciente.

Deperté con un dolor punzante en cabeza, rostro y lengua. Me miré al espejo  y no podía creer lo que veía en él. Mi padre, mi propio padre, había permitido que me cubrieran de pequeñas marcas, como escamas, y me seccionaran la lengua, haciéndala bífida. Dándome así un aspecto a lagarto.
Decidí huir con Paul, a un lugar donde nadie pudiera reconocerme, fue así como encontré a Elsa.

No pasó mucho tiempo hasta que Elsa me preguntó por mi historia, y, tras oír tan horripilante relato, fueron muchas de las chicas que allí se encontraban, las que idearon un plan para vengarme.

Me hicieron ir más tarde a una de sus caravanas, “Tenemos un regalo para ti”, me habían dicho.
Y allí estaba, desnudo, cubierto de alquitrán y plumas, mi padre. Y con cuchillo en mano, decidí robarle su hombría, esa que tanto quería conservar, esa por la que convirtió a su hija en un monstruo. Y con cuchillo en mano, le corté el pene y dejé que se desangrara.

¿Qué cómo conocí a Elsa? Pues como te dirán la mayoría de los de hay por aquí; yo no la busqué, ella me encontró. He trabajado durante muchos como asistente del Dr Granudo, un fanático de los monstruos, pero uno se va haciendo viejo y sus huesos se resienten. Estaba harto de la rutina, de los experimentos, de que no me valoraran, cada semana creaba un nuevo monstruo favorito... Así que un día cogí mis cosas y llamé a un taxi. Me fui y no me arrepiento, odiaba aquella vida.
Nada más abrir la puerta para subir me percaté que había alguien más dentro, me extrañó pero entré igualmente. Era Elsa. Se presentó y me dijo que llevaba varios años siguiendo mi pista, que me necesitaba, que sería un participante de gran valor para su proyecto... Me lo explicó todo, y yo.. Vi el cielo abierto ante mis ojos, para qué negarlo.
Iba a ser el protagonista de algo por fin, todos lo seríamos del mismo modo, sin nadie que nos explotase, son jerarquías. Nuestros propios jefes, libres para ser nosotros mismos de una vez por toda.
Y aquí estoy, en casa.

Hola, mi nombre es Isabela, podría presentarme así, o contar mi historia, pero no es corta:

Fui una niña no deseada, mi padre nos abandonó a mi madre y a mi cuando nací y mi madre empezó a beber. Desde que tengo memoria jamás me trató bien, me culpaba de que papá se hubiera ido.
A menudo se ponía furiosa sin motivo, pegándome palizas que me dejaban días sin poder moverme, recuerdo que con 5 años me pasaba la mayor parte del día encerrada en el sótano, cuando mi madre venía a por mi me escondía en un hueco de la pared detrás de la estantería, estaba lleno de arañas.
Así fue como en ellas encontraba consuelo, acabaron siendo mis amigas.

Empecé a coleccionarlas en secreto, detrás de la estantería, les daba de comer yo misma de mi mano.
Acabé robando a los padres de mis compañeros al salir de clase para sacarme algún dinero con el que compraba a un hermano mayor de un niño de mi clase algunas arañas preciosas. Ahorré durante meses para comprarle la que el llamaba "perla negra", una araña pequeña, redonda, negra brillante, con las patas amarillas a rallas, cuando me la dio me advirtió que no me picara, ahí fue cuando empecé a pensar que ellas podrían defenderme de lo que yo no podía.

Con 12 años mi madre encontró a mis pequeñas e intento quemar el sótano. Así que esa noche metí a mi pequeña perla negra en su botella, bastó que se la llevara a la boca de forma compulsiva, como siempre, sin ver lo que había dentro para que  "desafortunadamente" la araña le picara... no sabía lo que hacía y yo era tan pequeña... no sabía que hacer, así que cuando llamé a urgencias ya era tarde y al llegar estaba muerta....solo quería asustarla.

Por eso me mandaron a un correccional, nunca olvidaré el día en el que me separaron de mis pequeñas.
Cuando salí ellas ya no estaban... decidí alejarme de la gente, que solo me había dañado, y me rodeé de mis pequeñas de nuevo. Me ofrecieron un hogar para mi y para mis amigas si me unía al grupo de artistas del circo, al fin un hogar en el que no se las dañara! claro que, ahora mis pequeñas ya no son como perla negra, son capaces de cuidarse por si solas, podrían matar a una persona en minutos, claro que yo puedo manipularlas, parte de mi numero es meterme en una urna con ellas y que me entren en la boca, tengo total confianza en ellas, son lo que más paz me da en esta vida.

Tarde o temprano la guerra nos alcanza a todos... para mi llegó una tarde en que el humo de metralla llegaba hasta las trincheras y los gritos ensordecedores de mis compañeros heridos acallaban los recuerdos de mi bella esposa Lucy. Habíamos ganado la posición al ejercito enemigo después de días de cruentas batallas, donde los cuerpos se esparcían por lo que alguna vez fue un viñedo, el suelo estaba teñido de rojo y era imposible diferenciar si era la sangre de los miembros arrancados de los cuerpos como si fuesen pedazos de un animal o el vino lo que nuestras botas pisaban.
Mi esposa y su amante Alice, no podrían siquiera imaginar el horror de aquella escena donde pedazos de carne y hueso se tatuaban en la tierra al pasar las horas con el anochecer, entes sin piernas, espectros, rostros pintados por el horror. Lo último que recuerdo de esa noche estrellada mientras los morteros enemigos atacaban nuestras trincheras como gigantes tripulando naves espaciales, es su mirada...

Llegué a aquella deprimente y sucia carpa acompañado de mis fenómenos y mi equipaje, había tenido buenas ventas en el camino y el pueblo parecía interesado en las especies que llevaba a la venta, arañas y pequeños reptiles que parecían desaparecer sobre la arena, así que me dispuse a tener un buen día, hacer una venta jugosa y desaparecer, hasta que les vi a ellas y los recuerdos inundaron nuestras mentes, en ese momento decidí que debía quedarme. Intenté que me contrataran como mago, pero ella estaba interesada en algo más, quería escapar de todo aquello que había creado, así, y con pocas palabras, Elsa Mars decidió que ya era hora de dar el paso siguiente...

Mi estadía en el espectáculo fue peculiar, transcurrió entre carpas donde ambas me eligieron para amarlas, así como antes ellas me eligieron para matarlas.

La guerra me dejó recuerdos también, una placa de hierro en la cabeza y a mi inevitable Marjorie, de la cual no me pude desprender hasta su muerte.

Nací entre las arenas del desierto del Sáhara. Me identifican como la mujer de arena, una mujer ágil, suave y a la ves áspera. Dura de tragar pero, llego el día en el que tuve que despedirme de mi lugar, mi vida, mi día a día.  Por culpa de aquel hombre que me poseía y me maltrataba, que aún así me hacía sentir una reina. Me vendio por unos euros, a una mujer que solo me quería para enriquecerse a mi costa, mientras yo sufría en una jaula pequeña,  áspera rugosa y oxidada, triste y culpable es como me sentía cada noche que pasaba en ese lugar, rodeada de gente desconocida. Mi única alimentación durante toda mi vida fue pan y agua, y productos químicos que construía ella misma  para que pudiera hacer mis espectaculos a la perfección. Me sentía su esclava, solo nací para ello.  Mientras ella se llenaba de riqueza sucia y disfrutaba viendo como sufría.

mi nombre real es impronunciable por vuestra especie. llamadme viajero estelar. provengo de Kepler-438B, un lejano planeta de la constelación de Lyra, a 472'9 años luz de vuestro sistema solar.
Hace 2 años terrestres sufrí un accidente aéreo en vuestra atmósfera, durante una rutinaria recogida de muestras biológicas. Cuando recuperé la conciencia, me encontré atado con fuertes correas sobre una camilla en una habitación totalmente blanca, iluminada por cegadores focos. Cerca de mí, sobre una mesa de metal, podía observar varias herramientas de disección. Afortunadamente, tras varios millones de años de evolución y desarrollo cerebral, mi especie posee dotes telequinéticas, gracias a las cuales me pude liberar y huir de aquel recinto de alta seguridad.
Pasé toda la noche vagando a través de oscuros bosques, perdido, desconcertado, hasta que pude descubrir entre los árboles lo que en un principio parecía ser un enorme objeto de varios metros de altura, con forma discoidal. Gasté mis últimas fuerzas en correr desesperadamente hacia esa posible salvación, en mi cansado cerebro solo cabía la posibilidad de que fuera una de las naves de reconocimiento de mi flota, de mi planeta. Pero, como si de una pesada broma se tratase, me acerqué para descubrir la carpa de un circo, en la noche. Demasiado cansado para seguir caminando, sin rumbo, sin esperanzas, me dejé caer al suelo.
Al amanecer, una voz humana me despertó, ofreciéndome encubrimiento mientras espero un rescate. era elsa mars, ella me presentó al público como un monstruito más de su circo, una nueva atracción de feria... nadie sospecha... mientras sigo esperando mi rescate... sé que no tardarán en venir a buscarme...

- RELATO 1 -

Seguir cerca de ella me hacía hervir la sangre...
La función de la noche comenzó a las 10, puntual, como a la exigente Elsa le gustaba.
Luces, música y acción... uno por uno fuimos realizando nuestra actuación, como todas las noches desde que llegamos a esa gran carpa rojiyblanca que era nuestro hogar, donde la vida se nos iba mientras lucíamos con nuestras mejores galas para entretener a un público morboso con las deformidades de nuestro cuerpo, un público con un corazón putrefacto  que disfrutaba con nuestras miserias.
Ella nos miraba desde la zona VIP, parecía divertirse tanto como el público, viéndonos dar volteretas y saltos, como un perro que espera una galleta.
La función llegó a su fin y la gente formando hileras, abandonó la carpa por las puertas de los dos extremos, hasta que solo quedamos nosotros, los que no teníamos otra casa, Ni familia, ni nadie que nos quisiera. Nos quedamos recogiendo el escenario, se acercaba el momento de tomar una decisión definitiva.
La última en irse a la cama solía ser ella, le costaba dormir, algo que me hacía sospechar que su cargo de conciencia no la dejaba, y con ese pensamiento en mi cabeza decidí que sí, decidí hacerla un favor… Solo matándola conseguiría aliviarla, solo los que mueren pueden arrepentirse de verdad de sus pecados, y el peor de Elsa era la avaricia… con la chequera llena seguro que no tenía tiempo para cuestionarse lo que hacía de nosotros, su gallina de los huevos de oro.
Se acercó a mi como todas las noches para decirmelo mismo de todas las noches, que ya no era rentable, que si no inovaba mi actuación no tendría un hueco allí, que aquello no era un hospicio.
Elsa comenzo a toser como era habitual a causa del tabaco y apartir de ahí su destino estaba sentenciado.
Le entregué mi botella de agua para que se aclarara la voz, así acabó todo, con un trago de agua... de agua envenenada, como había maquinado. Así murió Elsa Mars, la dueña del Freak Show con más de 40 años a sus espaldas de sufrimiento ajeno.
Me apresuré a sacarla rapido de la carpa antes de que, nadie la viera. Aquello no era un estércolero. Esa ncohe me costó conciliar el sueño. Había hecho justicia pero no me sentía bien.
Me escondí bajo las sábanas a reflexionar y, pensando en lo malo y lo bueno, me dormí.

- RELATO 2 -

"O las dos o ninguna..."
- Buenos días-
Las saludé por saludar. Realmente no me apetecía, desde hace un tiempo ya no era lo mismo.
- Y qué tienen de buenos?- respondio Dot.
- No digas eso hermana. Siempre hay que agradecer...-
-CALLATE!- Gritó Dot a Bette, que apretó el gesto para que no le salieran las lagrimas.

Desde hacía meses que Bette ya no tenía palabra. Dot se la había quitado, ni palabra ni ilusion, nada. Bette ya no era Nada ni nadie. Es por eso que me daba tanta pena, por tener que convivir las 24 horas del día con su peor enemiga.
Tuve que morderme la lengua tan fuerte que hasta creo que me hice sangre. Por suerte le quedaba poco tiempo A Dot para seguir maltratando a su hermana. Ojalá Bette pudiera librarse de aquello, pero no había elección, o las dos o ninguna y ahora lo tenía claro. Ninguna.
Su nuevo número consistía en hacer malabares con fuego, a Bette le aterroizaba pero a Dot eso le daba igual...
Ese día la función era un par de horas más tarde que de costumbre, desde que murio Elsa costaba que todo funcionara igual de bien.
Las siamesas salieron a escena y en ese momento su final quedó escrito, Dot ardería en el infierno con el mismo espectáculo que hizo sufrir tanto a su hermana... Bette... era un daño colateral inevitable.
Doy y Bette salieron a escena. Comenzaron a arrojar bolas de fuego al ire mientras el público enloquecia entre aplausos. Siempre cerraban el número dejando caer al suelo las pelotas incendiadas. Esas que ahora lanzaban al aire serían las últimas. Y como estaba escrito cerraron el espectaculo, las bolas calleron prendidas al suelo, donde una garrafa de gasoil se había ido vaciando a lo largo de la noche sin que nadie se percatara, y FUM!! una llamarada las envolvió los pies y luego las piernas mientras se arrastraban por el suelo suplicando ayuda... El público gritaba creyendo que aquello era parte del espectáculo, pero no. La realidad siempre supera a la ficción, la realidad era tan dura como ver una persona calcinandose en medio de una carpa, ante la impotencia de cientos de personas.
Así las maté, delante de todo el mundo haciendo que pareciera un accidente.
No me sentí mal, un asesinato por dulicado debería ser peor que uno simple... pero no fue así, además, en el fondo hacía un favor a Bette y matando a Dot hacía un favor a la humanidad...

- RELATO 3 -

Empezaba a cogerle el gusto a eso de matar gente. Se que puede sonar cruel, pero para mi no lo es. Cuando la vida es tan dura muchas veces el favor más grande que le puedes hacer a alguien es quitarle de enmedio, es lo que más desean, pero ellos no lo saben. Yo si, y por eso hago todo esto y por que ella, es más que mi compañera, más una amiga, algo así como una hija.
Ya tenía claro mi siguiente objetivo... ella. Era pequeña, muy pequeña y su vida hasta dar con sus huesos en esta carpa mugrienta había sido también muy triste, toda una vida anhelando unas largas piernas, que le permitieran hacer todo lo que solo podía imaginarse... aquello no era vida, y por eso planifiqué su muerte con mimo, con cariño, pensando que el fin siempre justifica los medios, el daño no era gratuíto.
Era temprano, hora de levantarse, asearse y desayunar antes de entrenar nuevas formas de divertir a nuestro público. Ese era el momento, entré en la carpa-baño y sorpendi a Legless en la bañera, hundida en el agua templada con los ojos cerrados.
Me acerqué por detrás y la rodee el cuello con mis manos, solo sería un momento. La empujé de repente, por sorpresa para abajo hasta hundir su cabeza, hacia el fondo de la bañera. Ella se revolvió furiosamente pero fue inutil, cargué el peso sobre ella y cuando calló la primera gota de sudor por mi frente, Legless ya no vivía, solo su pelo quedaba a flote. Fue fácil, no pudo oponer mucha resistencia. Su sufrimiento había terminado...
Me alejé de alli disimuladamente, solo yo sabía nuestro secreto, nuestro secreto, un secreto entre las dos, del resto no sabría nada. Para ellos se trataría de un accidente...

Ay, si no estuviera en medio de la mudanza  

si, es una ojeadita, 2 o 3 veces al dia con el movil algun comentarillo.... venga animate, lo bueno es que si te animas ya sabemos que no seras la asesina XD.

Hola, gracias por el aviso. Yo me quedé con las ganas de jugar al otro pero lo iba siguiendo y ya sé más o menos como va. Pero, ¿Cuándo empezaría? ¿La creación del personaje es totalmente libre? Es que yo esa temporada de AHS la tengo pendiente.

Entendido, me pongo a pensar el personaje. Por saber, ¿qué personajes no son de la serie? (Aparte del Sr Burns xD