|
Publicado: Tuesday 24 de July de 2012, 21:56
Buenas, Quería aportarte unos cuantos consejos desde cierta experiencia que me ha dado tratar con Dana, una perra con problemas de sociabilización (no comprendía las señales de otros perros y sufría cierta agresividad inducida por miedo) y Argos, un perro, cruce de Mastín que LADRABA MUCHO. Soy todo menos experto en estos temas, pero he recurrido a varios adiestradores y etólogos y he aprendido ciertas cosas sobre ello.Para solucionar los problemas de sociabilización de Dana probamos con adiestradores ultrapositivistas: ignorar la conducta y premiar las buenas acciones; pero con una Pastor Alemán de 35 kilos lanzándose contra otros perros, resultaba terriblemente descorazonador. Cada cual que aplique (y critique) la forma de educar a sus animales que considere oportuna mientras no caiga en la vejación o agravio contra el animal. Te explico mi punto de vista.Cuando llego ladraba por todo pero lo considere un comportamiento normal por el estres del cambio de hogar. La verdad es que ladra ya algo menos pero sigue siendo muy escandaloso. Con Argos intenté ignorar, pero su obsesión era totalmente ambiental (ladraba por los coches, peatones, otros perros, personas...); se dio una época en la que yo no estaba mucho en casa y paseaban solo por la noche (teniendo 600m2 de terreno en aquel momento y saliendo diariamente por la noche, eso sí) con lo que supongo que también se potenciaba el ladrido por atención. Lo solucioné de la siguiente forma: Cuandro ladraba, me acercaba rápidamente, con calma, y le golpeaba con dos dedos en la nariz; después le decía alto y claro (sin gritar): NO. Si estás a una gran distancia, ignora esa conducta porque no te dará tiempo a que lo asocie. Cuenta que tienes 6 segundos.Dana, en cambio, solo ladraba en su momento para buscar mi atención, por lo tanto la ignoré y rápidamente corregí esa conducta (la Pastor Alemán tiene tanto apego por nosotros que incluso prefería el nivel de castigo que se le había realizado al ser ignorada). Si bien insistía, la conducta no se acentuó en demasía en este tema y, paulatinamente, se extinguió.Sobre el tema de los pises no sé qué decirte, yo siempre he utilizado la reprimenda en casa más que el ignorar y el premio fuera de ella. Mi perra marcó la cama en algunos momentos puntuales y me comentaron que podía ser por nerviosismo y para sentirse más cómoda un par de etólogos, lo cual tampoco acabé de comprender; no obstante, en esos momentos era ella quien creía controlar nuestra atención (jugábamos cuando ella quería, por ejemplo). Cuando la cogí haciéndolo, la reñí. A posteriori, jamás. Como te dice Lemmy, yo lo llevaría atado; si pasea bien suelto, enséñale a no perseguir perros atado (yo probaría con premios que sean un gran estímulo para él, si no funcionase, castigaría la acción negativa y premiaría la positiva cuando aparezca). En este caso no se yo cuan efectiva será la ignorancia.La ignorancia es el no premiar una conducta (lo que se conoce en psicología como una omisión o castigo negativo), lo que es útil cuando el perro está realizando un ensayo-error y no ve reforzada esa forma de actuar y si otra alternativa. Corregir las conductas no deseadas y premiar las deseadas. No hay más. Bueno, ayudarte de truquillos tipo vinagre donde marque, barreras físicas por la casa... pero la base es lo dicho. Totalmente de acuerdo. A mí se me han dicho meses y meses que premiase conductas positivas que ni siquiera conseguimos (excepto con perros muy neutrales); ir por la calle y que a cincuenta metros un animal se muestra agresivo contra un Gran Danés o un rotweiller que los dobla el tamaño; no vale la pena exagerar ni irse a los extremos me parece a mí, ni correa a lo 'vieja escuela' ni 'ultrapositivismo', que queréis que os diga... |