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Publicado: Wednesday 10 de September de 2014, 14:46
Un grupo de entre 4 y 6 menores ha acabado con la vida de casi 30 perros en Marinaleda (Sevilla). Los hechos ya han sido denunciados ante la guardia civil pero hasta el momento los jovenes no han sido detenidos.
Se trata de jovenes de entre 15 y 17 años que han sembrado el pánico tras maltratar y acabar con la vida de unos 30 perros. Los perros han sido ahorcados, envenenados e incluso quemados.
“Se aprovechan de que son menores para cometer sus actos”. “Lo hacen por hacer daño”, comentó Elena, una mujer que vive en Marinaleda desde hace 7 años junto a su pareja y que se dedican a cuidar de perros que sacan de la calle.
Negrito es uno de sus perros que ha sido asesinado hace varios días por este grupo de menores. La mujer cuida en su parcela a los perros callejeros que saca de la calle y a pesar de las denuncias interpuestas en el cuartel de la guardia civil, los agentes le han pedido pruebas para poder identificar a los menores, aunque en buena parte del pueblo saben quienes son y donde viven.
“Por esta zona siempre se han visto galgos ahorcados; pero esto es nuevo, los roban para torturarlos y matarlos; pero aquí la gente tiene mucho miedo de denunciar porque es un pueblo muy pequeño…”, comenta Javier, que ya ha visto como desaparecen 3 de sus perros de caza.
Otro vecino llamado Alberto, pudo recuperar a su perro gracias a que fue a reclamárselo a su ladrón. “Me planté en la puerta de su casa y amenacé con ir a la Guardia Civil, al final me lo dieron, y ya no quise denunciar, lo último que quiero son problemas”, comentó Alberto.
“De este pueblo han desaparecido los gatos, antes de emprenderla con los perros, soltaban a perros de presa para que los cazasen; no quedó ni uno sólo”. “No tenemos dinero, somos personas muy humildes y no está en nuestra mano contratar vigilancia, esto es lo más que podemos hacer”, comentó Elena.
El caso ya ha llegado a oídos de diferentes protectoras de animales de Sevilla que están estudiando la posibilidad de ayudar a los vecinos afectados. Pero la solución no es sencilla. “Cuando la Guardia Civil acude el delito ya se ha cometido… además, son menores que provienen de familias desestructuradas”, opina otro vecino de Marinaleda que ha optado por no permitir que su perro salga más solo a la calle.
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