|
Publicado: Tuesday 06 de May de 2014, 22:45
El dueño de un dóberman le había cortado las orejas y el rabo por causas estéticas, lo que supone un delito.
La Junta de Castilla y León ha impuesto la primera sanción al dueño de un perro al que se le había practicado una mutilación de orejas y rabo, algo que está penado por la Ley de Protección de Animales de Compañía de Castilla y León. Solo se consienten estas prácticas en el caso de que sea necesario por cuestiones médicas, y que signifique una mejora en la salud del animal al que se le practica la intervención.
El dueño del animal, un dóberman, no pudo demostrar que la mutilación se debiera a un caso sanitario, por lo que se enfrenta a una multa de entre 150 y 1.500 euros por cometer una infracción grave de la Ley.
Fue el pasado mes de julio cuando la asociación Defensa Animal Zamora (DAZ) interpuso una denuncia en la delegación territorial de Agricultura y Ganadería contra el dueño del perro, residente en la provincia, y a cuyo animal se le había practicado la amputación de las orejas y del rabo, «que estaban hechas por un profesional, por un veterinario que está cometiendo maltrato animal y está quebrantando la ley», denuncian desde DAZ.
La asociación zamorana se felicita por la resolución y subraya que este tipo de prácticas «son muy perjudiciales para la salud de estos perros, el rabo no es un apéndice del cuerpo, es parte de su columna vertebral», explican los miembros del colectivo. Tanto las orejas como el rabo les sirven para comunicarse y socializarse con otros animales, para informar de que tienen miedo, de que están alerta... «no les sobran y no se puede practicar una amputación por antojo», defienden.
Además, estas intervención resultan muy dolorosas para los perros y algunos han muerto desangrados durante el proceso de mutilación.
La práctica de cortar las orejas y el rabo a esta raza de animales es puramente estética, aunque en algunos casos, más graves, se hace porque en las peleas entre ellos puede resultar herido más fácilmente al tenerlas colgando, en vez de rasuradas. El aspecto de un dóberman sin amputaciones es mucho menos fiero y agresivo.
Fuente |