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Publicado: Friday 13 de August de 2010, 11:46
Nos vamos de viaje y os la quedáis, dijeron los padres de mi novio, mientras su Shih Tzu (o como se escriba) me miraba tímida, moviendo lentamente la cola y sin tenerlas tods consigo misma acerca de que aquella rubia de bote (yo) la aceptase de buen grado en su casi recién estrenada casa de sofás blancos impolutos y ambientador.Venga, sólo es un perro pequeño y será un mes, decía mi novio, no da problemas, es muy buena, es mayor y ya está educada...Aún así la primera semama fue un Calvario para mí.Mi casa olía a perro, ella era un perro, yo convivía con un perro y...Entonces ocurrió.De esos días en los que todo sale mal.El tren se avería, hay huelga de metro, llueve a mares, llegas tarde al trabajo, te echan la bronca y te gustaría haberte quedado en la cama debajo del edredón... pero no fue así, el día se torció y torcedura por torcedura te fue abofeteando duro. Llego a casa con la sonrisa retorcida de la desolación en la cara y no acierto con las llaves. Pero, mientras trato de introducirlas torpe y enconada en la cerradura, oigo unas patitas sobre la tarima al otro lado de la puerta.Abro, y mi desesperación se cae al suelo y se rompe en cienmil pedazos que ella hace desaparecer con sus lametones y su cariño, con su mirada oscura y su gesto de "estoy aquí esperándote, nada puede ser malo".Creo que ese momento fue decisivo en mi vida.El resto del tiempo que Mona estuvo con nosotros fue increíble para mí; la conocí, la aprendí a tratar, a jugar con ella y las cosas que le gustaban y cómo interactuar con un amiguete de 4 patas.Despues llegaron sus dueños.Y Mona, que resultó estar muy enferma, nos dejó 4 meses después.Mi novio fue a llevarla a "dormirla". Su madre no fue capaz.Hemos tardado años en decidirnos a coger un cachorro.Y tras mucho pensar y reflexionar todo lo que supone, lo bueno y lo malo, llegó Sookie, una Westie inquieta y noble, que ha destrozado mis rodapies y mi corazón aunque no sé exactamente en qué orden.Al principio, el pirmer mes fue un caos total, no es lo mismo tener un perro adulto (anciano más bien) como fue Mona que un cachorro de dos meses con dolor de dientes. sí, eres mi dolor de dientes, le decía yo, y mi casa recién pintada y mis paredes alisadas y mi sofá de cuero blanco y mi orden y mi silencio y mi asepsia doméstica se fueron a hacer puñetas y sembró el caos, en ese prinripio estresante y después, sólo fue la demostración empírica de que la perfección en la vida en un encorsetamiento del que no está mal que te liberen.Y me veo en chanclas y con la camiseta del pijama a las 7 por la calle sacando a la "bicheja" porque tiene que salir y porque a esas horas me da igual, como si salgo vestida de batman....Ya me da igual todo.Y también me ha aportado la carga emocional que creía que había perdido en la niñez, ese sentido infantil de niño con su perro, de enseñarle a hacer tal o cual cosa, de hablarle y decirle estupideces que sé que no entiende, pero que me da igual, de abrir una puerta de afectividad que ni sabía que tenía en mi vida de adulta de vuelta de muchas cosas a las puertas de los 40.Venga Sook, no te retuerzas, que sólo te estoy quitando los nudos del pelo, no te quejes, que vas a estar muy guapa... y me mira, y mordisquea su peine y aguanta sin emitir un sólo gruñido y cuando acabo, antes de que le dé su premio, me lame las manos,Me la quedo mirando.El premio es ella. |