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Publicado: Thursday 18 de June de 2009, 12:45
Mi primer perro fue Ras, un pastor alsaciano. Hacía poco que estaba viviendo con mi marido y teníamos un pub, unos clientes llegaron a tomar algo y traían dos cachorros: mi Ras y una hermana. Nos ofrecieron regalarnos a los dos, pero en el piso dos cachorros no cabían y nos decidimos por el macho. Fue un perro magnífico, una niñera paciente con mi hija que nació un año después y un amigo inseparable y entrañable para mí. Cuando Ras tenía unos cinco años heredé un cruce de Pastor Alemán y Mastín Coco, que le habían regalado a mi hermano y a su novia, ellos no lo podían tener en el piso y se lo dejaron a mis padres que tenían fincaa, luego llegó a mis manos porque mis padres se cambiaron de vivienda y yo me quedé en su casa. Un año más tarde llegó Cuca, una hembra de Presa Canario preciosa, buena, cariñosa... un amor. Pero con una perrra en casa los dos machos se peleaban, así que le encontré un buen hogar y allí sigue tan feliz y viejecita ya. Después de esto llegó a mi casa mi segundo amor Bosco, un Schnauzer Gigante que me trajo un querido amigo. Era el cachorro del dueño del macho con que cruzaron a su perrita. Se la habían envenedado y el veterinario después del tratamiento les recomendó un cruce, tuvo 14 cachorros. Cuando el último, Bosco, ya tenía cinco meses el "dueño" dijo que no lo quería... y mi amigo me lo trajo a casa y me dijo "quédatelo, por favor.." Y me lo quedé. Entre él y yo hubo una conexión inmediata y le adoré. Se hizo amigo inseparable de Ras y cuando habían problemas con Coco, Bosco se ponía de parte de Ras. Mientras estuvieron los tres tuve que hacer malabares para impedir peleas, separando unos de otros y procurando que no se juntasen... Finalmente a coco le tuvimos que sacrificar porque agredió en dos ocasiones a mi marido y la última pudo acabar mal, así que no quedó otro remedio (se intentó todo, pero eso es otra historia).Con Ras ya viejecito, me daba mucha pena que Bosco se quedase solo, asi que un día que los llevé al veterinario para vacunas y revisión, vi un cartel en donde anunciaban que regalaban una hembra de Schnauzer Gigante de tres años. Pregunté en el veterinario por ella y hablé con mi marido. Pocos días después estaba en casa. Era muy temerosa, se ve que lo había pasado bastante mal, desconfiada sobre todo con los hombres ( a mi marido le estuvo gruñendo por las mañanas durante un año), pero poco a poco se fue dando y dejando querer. A los pocos días de haber traído a Andra, me llaman del veterinario para decirme que la hermana también se regalaba,pero que era "algo" más grande. La verdad es que tener cuatro perros me parecía demasiado, pero me daba mucha pena. Les dije que si no encontraban a nadie que la quisiera... que me volviesen a llamar y dos meses más tarde nos volvieron a llamar del veterinario que si aún nos haríamos cargo de la otra hermana. Y me fui a buscar a Asia... un poco nerviosa por lo del tamaño. Me la traje de una finca en donde la tenían atada en un cuchitril infame. No se si me dió pena o miedo, de la mal pinta que tenía la pobrecita, la metimos en el maletero del coche y la llevé a casa. Cuando salió se fue directamente junto a Ras y se tumbó a su lado. Después de bañarla pudimos ver que era una preciosidad (tiene unos papeles del pedigrí impresionantes) y buena, cariñosa, lista, atenta, extavertida... una joya. Un par de meses después Ras se nos murió (tenía un cancer de intestino) con once años. Asia se dió cuenta de la tristeza que me causó su muerte y estaba en todo momento pendiente de mi, fue un gran apoyo. Bosco, mi queridísimo, tuvo que ser "dormido" a causa de un cancer de huesos. Tenía diez años y se le podía amputar la pata delantera, para tratar de salvarle la vida... pero tan mayor nos dió miedo la anestesia general y el sufrimiento. Estaba bastante deteriorado y tenía muchos dolores, así que decidimos evitarle mayores sufrimientos siendo tan mayor. Se nos quedaron solas las hermanas, Asia y Andra. Andra se nos murió con nueve años y entonces compramos una doguita. Nos avisó el veterinario, unos criadores tenían una hembra de la última camada y querían salir de ella, así que rebajaron el precio hasta un nivel aceptable para nosotros (era el primer perro que pagábamos por él), ya nos fuimos a buscarla y nos trajimos a Duna, mi gorda.Asia y Duna se llevan genial, pero me daba pena que siendo Asia tan mayor se quedase sola, asi que estube mirando por internet, por si había algún perro en adopcion que encajase... y así llegaron a mi casa los dos gordos: Gandalf y Gosht. Un dogo arlequín y uno negro, hermosos, impresionantes y unos buenazos. Tenían tres años, llegaron en agosto del año pasado. Gosth se muiró poco después por un linfoma, pero Gandalf sigue con nosotros. Ahora son tres: la viejita y los dos gordos. Una familia feliz.Todos mis perros han sido especiales y de todos guardo recuerdos imborrables. Siempre me han dado mucho más de lo que yo les he dado a ellos y un amor incondicional que no merezco, pero es que ellos son así.Tengo millones de anécdotas de todos ellos, supongo que como todos los dueños, espero no haberos cansado con mi odisea. |