ejemplos para practicar timing

 Párese fuera cerca de una carretera o un estacionamiento y haga clic cada vez que un coche llega a un cierto punto de referencia.
Lanzar una pelota en el aire y haga clic en cuando se alcanza un punto predeterminado, tal como el punto más alto, un mueble, o el suelo. El ruido de la pelota que toca algo y el sonido del clicker debe ser simultánea.
Ver un programa de televisión y haga clic cada vez que escuchen una palabra determinada (por ejemplo, el nombre de una persona o la palabra "doctor" en una demostración médica) o ver la gente realiza una determinada acción (por ejemplo, onda o sentarse).
Trabaja con un compañero. La pareja puede ayudar a lanzar una pelota a diferentes velocidades y distancias para darle una variedad de experiencias de formación, y se puede observar y criticar su sincronización clicker

A nosotros en clase nos gusta hacer un ejercicio que básicamente es como el juego de "frío y caliente".
Un alumno hace de perro. Se sale del aula y diseñamos una conducta que debe realizar (por ejemplo, coger una tiza del cajón y escribir algo en la pizarra).

La persona que maneja el clicker es la pieza fundamental. Los clicks vendrían a ser un "caliente, caliente...". Si no dejan de sonar es que vas por buen camino, si dejan de sonar, debes retroceder tus pasos. Cuanto más cerca estás de tu objetivo, con menos intervalo suenan.

Esta bastante bien, pues enseña tanto a la persona que usa el clicker, como a la que hace de perro. Ambos comprenden que un mal "click" puede confundir por completo a nuestro perro, y la importancia del timing (por ejemplo, si queremos crear la conducta de que la persona se ponga la mano sobre la cabeza, tenemos que esperar la más mínima reacción que conduzca a lo que buscamos para confirmar).

La persona que hace de perro SIEMPRE se agobia, prueba a hacer distintas cosas, busca a la gente con la mirada, empieza a preguntar aun sabiendo que no le podemos decir nada... Se pone en el lugar del perro

Fly dijo:

A nosotros en clase nos gusta hacer un ejercicio que básicamente es como el juego de "frío y caliente".
Un alumno hace de perro. Se sale del aula y diseñamos una conducta que debe realizar (por ejemplo, coger una tiza del cajón y escribir algo en la pizarra).

La persona que maneja el clicker es la pieza fundamental. Los clicks vendrían a ser un "caliente, caliente...". Si no dejan de sonar es que vas por buen camino, si dejan de sonar, debes retroceder tus pasos. Cuanto más cerca estás de tu objetivo, con menos intervalo suenan.

Esta bastante bien, pues enseña tanto a la persona que usa el clicker, como a la que hace de perro. Ambos comprenden que un mal "click" puede confundir por completo a nuestro perro, y la importancia del timing (por ejemplo, si queremos crear la conducta de que la persona se ponga la mano sobre la cabeza, tenemos que esperar la más mínima reacción que conduzca a lo que buscamos para confirmar).

La persona que hace de perro SIEMPRE se agobia, prueba a hacer distintas cosas, busca a la gente con la mirada, empieza a preguntar aun sabiendo que no le podemos decir nada... Se pone en el lugar del perro

Pero con eso no se trabaja el Timming. Eso es un ejercicio para explicar la frustración que produce trabajar en negativo.

A nosotros en clase nos gusta hacer un ejercicio que básicamente es como el juego de "frío y caliente".
Un alumno hace de perro. Se sale del aula y diseñamos una conducta que debe realizar (por ejemplo, coger una tiza del cajón y escribir algo en la pizarra).

La persona que maneja el clicker es la pieza fundamental. Los clicks vendrían a ser un "caliente, caliente...". Si no dejan de sonar es que vas por buen camino, si dejan de sonar, debes retroceder tus pasos. Cuanto más cerca estás de tu objetivo, con menos intervalo suenan.

Esta bastante bien, pues enseña tanto a la persona que usa el clicker, como a la que hace de perro. Ambos comprenden que un mal "click" puede confundir por completo a nuestro perro, y la importancia del timing (por ejemplo, si queremos crear la conducta de que la persona se ponga la mano sobre la cabeza, tenemos que esperar la más mínima reacción que conduzca a lo que buscamos para confirmar).

La persona que hace de perro SIEMPRE se agobia, prueba a hacer distintas cosas, busca a la gente con la mirada, empieza a preguntar aun sabiendo que no le podemos decir nada... Se pone en el lugar del perro