Thundershirt

Desde hace un tiempo ya, salieron al mercado estas camisetas (thundershirt y anxiety wrap) para el tratamiento de conductas (o así lo vimos nosotros) relacionadas con el miedo, estrés, ansiedad… Aunque bien es cierto que el efecto sobre el animal se aplica persé, sin necesidad de tratamiento, para los que nos dedicamos a la educación y corrección de conductas es una herramienta muy valiosa, sobre por su principio natural y más aún por su ausencia de cualquier tipo de estímulo aversivo.

Son unas camisetas que quedan bien ceñidas al cuerpo del animal y que siguen los principios de las máquinas para abrazos a las vacas diseñado en su día por Temple Grandin.

A día de hoy, y después de haber visto varios casos en los que se ha utilizado (y no sólo aquellos vídeos que muestran los fabricante, distribuidores o vendedores) podemos decir que estas camisetas realmente sí ayudan, y son estupendas para comenzar determinados trabajos de modificación de conducta que lógicamente en un inicio costaba bastante llegar a conseguir determinado estado en el perro.

Os dejamos la descripción de la base del funcionamiento de estas camisetas.

     Texto y traducción cogidos de Family Dog SL.

BASE DEL FUNCIONAMIENTO DE LAS CHAQUETAS ANTI ESTRÉS

Evidentemente explicar la base científica podríamos hacerlo todo lo complicado que quisiéramos pero vamos a intentar dar una explicación lo más sencilla posible.

La chaqueta anti estrés se basa en la calma que produce la presión que proporciona de una manera mantenida y constante sobre el cuerpo del animal. Este tipo de técnicas se llevan utilizando también en humanos desde hace muchos años mediante el uso de “bandas terapéuticas”.

Para entender su mecanimo de funcionamiento tenemos primero que conocer por un lado que los mamíferos tenemos diferentes tipos de receptores sensoriales en la piel, músculos y órganos en todo nuestro cuerpo. El propósito de estos receptores sensoriales es enviar información al cerebro de lo que acontece tanto interna como externamente (desde los músculos hasta las articulaciones, tejidos conectivos, órganos, etc.) De tal manera que el cerebro procese esta información y envíe mensajes activantes a las partes implicadas del cuerpo para que estas actúen de una manera apropiada a la información recibida. De esta manera, se produce un continuo flujo de información que va del cerebro a los receptores y viceversa que hace que el cerebro pueda corregir los mensajes que el cerebro envía al resto del cuerpo en función de la información que este recibe a su vez de los receptores una vez realizada la acción solicitada.

Por otro lado, tenemos también que conocer el funcionamiento del cerebro o sistema nervioso central. En el cerebro tenemos el “sistema nervioso simpático” y el “sistema nervioso parasimpático”.

El sistema nervioso simpático es aquel que se ocupa de las “emociones”. Por ejemplo, se encarga de activar de una manera “automática” los músculos ante una necesidad de pelea por una agresión o una necesidad de huida. Aumenta el ritmo cardíaco, dilata las pupilas para obtener una mejor visión en definitiva, nos hace estar “más alertas” ante cualquier situación.
El sistema nervioso parasimpático es el que se encarga de todo lo contrario, cuando desaparece el peligro, disminuye el ritmo cardiaco, se contraen las pupilas, aumenta el metabolismo digestivo, nos relaja la uretra y queremos ir al baño, estamos más pasivos y tranquilos, aumenta la sensación de hambre y frío. Todo esto lo hace para enviarle señales al cuerpo de que debe descansar para recuperar la energía que se gastó al activarse el sistema simpático. En definitiva es como cuando decimos que nos ha dado un “bajón de adrenalina”.

En un animal muy estresados, los receptores envían mensajes al cerebro para que este disminuya el nivel al que éste tendría que activar al resto del cuerpo, es decir que se active más rápidamente ante un estímulo que en situaciones normales. De tal manera que permita al animal escapar o luchar en caso de necesidad. Desafortunadamente, en animales sometidos a estrés, dolor o con traumatismos en el sistema nervioso central, en nervios y/o en otras estructuras comunicantes el umbral necesario al que los receptores sensoriales se activan y envían información al cerebro puede estar muy disminuido.
Por ejemplo, si queremos córtale las uñas a un perro que ha sido maltratado, que tenga dolor crónico o que haya sido sometido a un alto nivel de estrés sostenido tan solo el hecho de sostenerle la pata provocará una respuesta negativa en el perro ya que su estado de “guardia” aumenta y aunque no haya agresión real, él podría percibirlo como una posible lesión.

Está demostrado que si aplicamos una presión suave y de manera continua, se producirá una disminución paulatina en el flujo de información entre los receptores el sistema nervioso que hará que el cuerpo se relaje y por tanto se tranquilice.

Es posible, que al principio, al utilizar la chaqueta, el animal pueda tener dificultades al llevar algo extraño sobre él y esto provoque un gasto de energía pero al mismo tiempo, su sistema nervioso estará recibiendo una información que es par, rítmica y repetitiva produciéndose un efecto calmante de la mente y del cuerpo. El animal se sentirá en un estado más relajado y su estado de ansiedad se reducirá.

Cuando la presión se aplica por tanto suave y continuada, el nivel de ansiedad disminuye. Es como un “abrazo relajante”.

Es importante tener en cuenta que el nivel de adaptación variará en función del tipo e intensidad del estímulo y del área del cuerpo que esté siendo estimulada.

Este tipo de chaqueta es pues una herramienta muy útil para trabajar problemas en los animales que sufran de estrés o de ansiedad.

Te recomiendo que te leas el primer enlace... "Calming Effects of Deep Touch Pressure in Patients with Autistic Disorder, College Students, and Animals"