una gatita

Yo según mi experiencia, no tiene que haber ningún problema en incorporar un gato aunque el perro no sea cachorro, eso si, hay que tomar precauciones y hacerlo con un poco de sentido común y cuidado. Sería estupendo si tuvieses un transportin donde colocar al gato y dejar que el perro se acerque a olerlo con seguridad, que se vayan conociendo. De vez en cuando acércaselo tu en tus manos, que lo huela contigo. Cuando te sientas segura, deja al gato suelto, controlando a la perra y controlando que el gato tenga algún sitio donde poder esconderse, déjale siempre el transportín a mano y abierto, que se pueda retirar cuando quiera.Puede que no lleguen a ser los mejores amigos, ni les veas jugar en el patio, pero llegarán a respetarse sin mayores problemas. Es más, da más problemas incorporar un gato cuando hay otro gato en la casa, porque son más territoriales, es más difícil.Buena suerte, ya nos contarás.