El Yorkshire Terrier es una de las mejores razas para la familia. Compañero muy fiel y cariñoso, es un perro activo y que se adapta perfectamente a un piso o a un entorno de campo.
Aunque su tamaño es pequeño, su carácter es propio de un perro valiente.
Fácil de educar, aunque a veces remolón a la hora del peinado. Es un perro muy limpio y apenas suelta pelo. Su tamaño no va en relación a su inteligencia, puesto que es un perro muy astuto y hábil.
Su presencia se ha extendido mucho en los últimos años, siendo una auténtica estrella en ventas en las tiendas de animales, por todas las virtudes que esta raza posee y por la enorma facilidad para adaptarse al entorno urbano.
Historia:
Debido a la heterogeneidad de la orografía escocesa, a lo largo de la historia se han producido varios aislamientos en lo que a razas caninas se refiere.
La revolución industrial fue totalmente determinante en la expansión y fijación de esta raza. Algunos escoceses trasladaron su domicilio a Inglaterra, en concreto al condado de Yorkshire, llevaron consigo a sus perros, cuya principal función era cazar ratas, muy abundantes en las zonas industriales en aquella época.
Las razas que más influyeron en la formación del actual Yorkshire Terrier fueron el Clydesdale Terrier y el Paisley Terrier, cruzados con el Skye. Aunque éstos desaparecieron, sus estándares fueron redactados, por lo que se puede deducir la ascendencia del Yorkshire Terrier.