Titulo: El Ejercicio y la Edad |
Publicado: Saturday 27 de April de 2013, 18:29
El ejercicio no solamente es esencial para mejorar el sistema muscular, perfecciona y predispone el sistema nervioso para favorecer la habilidad motora y, además, una serie de funciones y capacidades como las respiratorias, cardiovascular... también cumple con un papel determinante en la obtención de un crecimiento óseo apropiado, y todos sabemos que la importancia del esqueleto es extrema, al fin y al cabo es la estructura donde se moldea el cuerpo, entre otras cosas. Aunque el ejercicio tiene escasa o ninguna influencia sobre el alargamiento de los huesos, sin embargo aumenta el diámetro, la anchura y la densidad ósea, colaborando también en el almacenamiento de los minerales en la matriz ósea aumentando la fuerza y grosor del hueso. Crecimiento, desarrollo y maduración son conceptos que se usan para describir los cambios que se producen en el cuerpo y que comienzan en el instante de la concepción, prosiguiendo hasta la edad adulta. La edad real se deduce por: - La edad cronológica - La esquelética - El desarrollo muscular - La madurez sexual - Estatura y peso: Estas dos variables son de gran utilidad cuando examinamos sus cadencias de mutabilidad, que en el perro son previsibles en función de que cada raza presupone una altura y un peso establecidos correspondiéndose a las pautas de cada edad. Los cambios de estatura se miden por centímetros y en las razas de tamaño medio el crecimiento estatural termina, por norma general, entre los 10 meses y el año. El peso máximo se alcanza entre los 18 meses y los dos años de edad alcanzando la plenitud ponderal con la terminación de la osificación, a los tres años. Entre los 18 meses y los tres años los ritmos de los aumentos de peso se ralentizan. En las razas pequeñas el crecimiento termina en edad más temprana, y en las grandes y gigantes, más tarde. Esqueleto: Los huesos, cartílagos, ligamentos y articulaciones forman el soporte estructural del cuerpo. Los músculos tienen sus fijaciones en los huesos, estos protegen también los tejidos corporales y determinadas zonas, pero tienen más funciones: actúan como reservas de fósforo y calcio e intervienen en la producción de los glóbulos rojos. Desde que comienza el desarrollo fetal y hasta los tres años de edad las membranas y los cartílagos se convierten en huesos por medio del desarrollo de la osificación. La osificación, mediante la cual el cartílago se transforma paulatinamente en hueso, empieza en la epífisis. Se inicia cuando el pericondrio es penetrado por los vasos sanguíneos. El cartílago continúa creciendo en longitud y espesor desde el centro primario de osificación hasta la epífisis. Desde el momento del nacimiento los huesos largos tienen una diáfisis ósea y dos epífisis cartilaginosas. Poco después del nacimiento aparecen centros de osificación secundaria en la epífisis, paulatinamente las epífisis empiezan a osificarse. Estos cartílagos de conjunción permiten que los huesos se alarguen conforme se crece. El perro, en las razas medianas, termina el crecimiento en longitud aproximadamente a los diez meses. El ejercicio, junto con la dieta correcta, es básico para conseguir un crecimiento óseo adecuado. Aunque tiene poca o ninguna influencia sobre el alargamiento, incrementa la anchura y densidad del hueso, depositando más minerales en la matriz ósea, lo cual tiene una gran influencia en el fortalecimiento del sistema óseo. Musculatura: Desde el nacimiento, hasta el final de la adolescencia, la masa corporal aumenta de forma sostenida al mismo tiempo que el aumento del peso corporal. Los aumentos de masa muscular se acrecientan principalmente mediante la hipertrofia de las fibras musculares por medio de del incremento de sus miofilamentos y miofibrillas. En menor término se produce por el aumento en número de estos de estos, por hiperplasia. Obesidad: En los animales en libertad no se producen fenómenos de obesidad. No obstante, el perro, con la vida sedentaria, padece patologías similares a las humanas, entre ellas la gordura. El almacenamiento de grasas se produce mediante el incremento en tamaño de células grasas existentes. El aumento del número de ellas, que parece se produce cuando se llenan las células existentes, marca la posibilidad de desarrollar otras nuevas, a condición de que el perro sea muy joven. Conclusión: La masa muscular aumenta de forma sostenida, junto con el incremento de peso, desde el nacimiento, hasta el final de la adolescencia. En los machos el incremento de la masa muscular alcanza su desarrollo máximo en la pubertad, cuando la producción de testosterona aumenta de manera espectacular. Las hembras no experimentan ese incremento tan marcado, lo que produce un marcado dimorfismo sexual. En ambos se puede engrandecer de manera espectacular mediante la dieta y el ejercicio. La responsabilidad de la mayoría de la masa muscular adquirida por medio del ejercicio se debe a la hipertrofia y en mucho menor grado a la hiperplasia. La acumulación de grasa depende de los hábitos dietéticos y de la falta de ejercicio, en el perro la herencia tiene en este caso poca importancia. El equilibrio, la agilidad y la coordinación motora mejoran a medida que el perro se desarrolla. La mielización de las fibras nerviosas debe desarrollarse completamente antes de que se desarrollen plenamente las reacciones rápidas y los movimientos hábiles, la mielización acelera la transmisión de los impulsos nerviosos. Cachorro: Desde el nacimiento, hasta los siete-ocho meses, en las razas medianas. En esta edad hay que dejar al perro tranquilo, limitarse a jugar con él, pasear y, si se tercia, dejarle que se acostumbre al agua, si quiere nadar, mejor, pero que haga lo que quiera. Durante esta época hay que irle acostumbrando a ir correctamente con la correa, a entregar objetos, palos, pelotas, etc. Es poner la base para poder trabajar más a gusto con él cuando su edad lo permita. No debe importaros cansarlo, por ejemplo, con un paseo demasiado largo, no es malo que se canse mucho, lo malo es que acumule fatigas de sucesivas sesiones, sin intervalos apropiados de recuperación. Es decir, después de un día fatigoso lo más importante es que se relaje durante un día, dos, los que sean necesarios hasta que esté completamente recuperado, la recuperación es lo importante. ¡Ah! Y que coma bien. Pubertad, perro joven: Bajo el punto de vista del mañana, es la época en la cual se crean las bases de su futura constitución (de la parte mejorable por el ejercicio). A partir de los siete-ocho meses, refiriéndonos siempre a perros de talla media, se puede empezar a aumentar gradualmente la duración del ejercicio y subiendo la intensidad del mismo. Casi todos los sistemas fisiológicos mejoran hasta que alcanzan su madurez en el perro adulto. Después de esto las facultades se estabilizan hasta comenzar a declinar con el envejecimiento. FUENTE : http://www.tupastoraleman.com/index.php?option=com_content&task=view&id=86&Itemid=41 http://www.portalamstaff.com |
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