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Publicado: Friday 07 de September de 2012, 14:57
Hola a todos! Soy nueva en el foro y este es todavía mi primer post. Lo cierto es que llevo unos días buscando por internet algún tipo de consejo o respuesta a un problema que tiene mi perra, así que para ser más concreta, primero contaré un poco su historia desde un principio.Zisa, es presumiblemente un cruce de sabueso (todavía tenemos dudas de su cruce, pero eso ya lo contaré en otro momento ). Bien, la adoptamos hace 3 semanas de una protectora. Es una perra que lo más seguro es que fuese usada para la caza, y abandonada por un problema en una pata (la tiene torcida), y debido a la reacción que tiene a los petardos, lo más seguro es que hubiesen intentado matarla a tiros.A pesar de todo eso, es una perra muy abierta y sociable, tanto con otros animales como con los humanos. Se adaptó estupendamente desde el primer día, es cariñosa, en cierto modo obediente, reconoce el comando "SIT" aunque no se sienta, sino que se tumba. Pero bueno, que básicamente entiende lo que queremos al dar la orden.Vivimos en un piso de 150 m2 con una pequeña terraza, y tiene libertad de movimiento. Las únicas restricciones que es no subir a la cama de matrimonio, ni entrar en una habitación. Disfruta de la casa y no se siente agobiada dentro de ella. Cuando la llamas en casa viene, mira a los ojos y escucha. Es super dependiente, al principio no quería separarse de nosotros ni un minuto (era un show para poder ir al baño con un poco de intimidad jejeje) ahora sigue siendo dependiente, pero un poco más tranquila, aunque quiere saber en todo momento donde nos encontramos.Bien, el problema aparece en la calle. Una vez sale del portal se vuelve una perra completamente distinta. Por mucho que se llame no hace el más mínimo caso (por supuesto va siempre con correa), jamás mira a los ojos en la calle, ni siquiera mueve el rabo cuando se le hace una caricia. Es como si fuésemos unos extraños para ella. Aunque lo malo es que la gente con la que se cruza si la mira y le da al rabo para que le hagan mimos.En la calle tampoco come nada, aunque tenga muchísima hambre (ya probamos con el truco de la chuchería... y a sacarla sin haber comido antes) tampoco juega con sus juguetes, ni con una rama, ni con nada. Lo único que hace es olisquear o jugar con otros perros, o si alguien se acerca pues si saluda, pero a nosotros no.Es como una doble personalidad, pues en el momento en que volvemos a cruzar el umbral del portal de casa, empieza a darle al rabo y vuelve a reconocernos.No sabemos como poder corregir esto o llamar siquiera su atención, pues aunque le chasquemos los dedos en la cara o le pasemos una mano por los ojos para que desvíe su atención de algún punto en la nada, sigue sin mirarnos, es como si en la calle se volviese ciega y sorda a todo lo que nosotros hacemos.Esto es muy incómodo, ya que nos gustaría poder soltarla un poco para que juegue con otros perros, ya que Zisa necesita mucho correr, saltar y jugar al menos media hora todos los días, y un paseo con correa no lo disfruta ni ella ni nosotros.Siento mucho todo este ladrillo, y a ver si alguno de vosotros sabría decirme algo :) |