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Publicado: Thursday 26 de August de 2010, 09:42
En la sociedad actual es muy frecuente que la relación de los humanos con sus perros, que son miembros de la familia, esté basada exclusivamente en el afecto. Es decir muchas personas creen que para que sus perros sean felices deben recibir permanentemente afecto y no tener límites ni obligaciones.Ahora bien, ¿cuáles son las razones por las cuales muchos propietarios son tan permisivos con sus animales? La primera y más importante es que muchas personas sienten y piensan que los límites están desligados de los afectos. En otras palabras, para ellas si hay afecto no debe haber límites. Este concepto, que es totalmente erróneo, lleva a que muchos propietarios permitan que sus perros hagan todo lo que ellos quieran como una forma de demostrarles afecto.La imposibilidad de poner límites se basa en la creencia de que son una especie de castigo que provoca un deterioro en el vínculo. En estos casos existe una confusión entre los conceptos de liderazgo y tiranía, lo cual hace que estas personas se sientan inseguras acerca de cómo educar adecuadamente a sus animales. Por tal motivo, resulta necesario saber que mientras el tirano basa su poder en el abuso de su superioridad y de su fuerza, poniendo límites en forma totalmente arbitraria, causando gran temor a los individuos que sufren la tiranía, el líder basa su poder en el afecto y el respeto, poniendo límites en forma coherente y teniendo siempre en cuenta las necesidades de los demás.La segunda razón que explica esta permisividad radica en el hecho de que debido a largas ausencias por razones laborales muchas personas se sienten culpables por dejar solos a sus perros durante gran parte del día. Según estos propietarios el poco tiempo que tienen para dedicarles a sus animales sólo debe ser utilizado para que hagan lo que quieran. Ellos desconocen que esta actitud no puede ser comprendida por sus perros de la forma que ellos pretenden. En cambio, lo que los animales entienden es que cuando están junto a sus dueños pueden hacer lo que quieren.En síntesis, en situaciones de armonía los perros se comportan con los humanos bajo una relación de liderazgo-dependencia que es similar a la que ellos utilizan para relacionarse con sus congéneres y no muy diferente de aquella que utilizamos nosotros mismos para relacionarnos con nuestros semejantes. Sin embargo, durante la convivencia no todo es tan simple y frecuentemente se producen situaciones de tensión.En las situaciones de tensión los perros se comportan utilizando sus propios patrones de conducta -dominancia o sumisión- y las resuelven a su manera, es decir, en forma estrictamente jerárquica. Lamentablemente una de las actitudes más frecuentes que adoptan muchos propietarios de perros es la siguiente: en situaciones de armonía, dejan que sus animales hagan absolutamente lo que quieran, lo que produce en los perros sensación de liderazgo; en cambio, en situaciones de tensión pretenden que sus perros acepten sus reprimendas y obedezcan sus órdenes, hecho que causa gran sorpresa en los animales y por supuesto ninguna respuesta satisfactoria para sus propietarios.Autor texto: M.V. Claudio Gerzovich Lis |