Titulo: Genética básica. |
ThaisBoxerAntiguo Usuario |
Publicado: Monday 06 de January de 2014, 20:43
GENÉTICA BÁSICA PARA EL CRIADOR NO INICIADO - AUTOR: CRISTÓBAL DEL REAL - REAL STAFFS Para empezar un programa de cría son indispensables unos conocimientos teóricos y prácticos de genética que despejarán muchas dudas, confirmarán o descartaran viejos aforismos existentes y lo que es más importante, acortarán el tiempo de espera para la obtención de resultados. Unos conceptos elementales que guardados pueden convertirse en un primer material de consulta de gran utilidad y susceptible de ser ampliado con otras citas bibliográficas. CONCEPTOS BÁSICOS Cromosomas: Son estructuras que aseguran la repartición estable y equitativa del material genético en los procesos de división celular al poseer las células resultantes el mismo material genético. En el perro son 78 los cromosomas que se agrupan en 39 pares homólogos. Esta dotación cromosómica se denomina dotación diploide y procede de la división de una célula madre en dos células hijas idénticas, con igual número de cromosomas y material genético (DNA o ácido desoxiribonucleíco), proceso que se conoce como mitosis. Estas células somáticas o estructurales son responsables de las características morfológicas y del carácter en cada especie. El perro posee además células germinales o sexuales las cuales son cromosómicamente de dotación haploide, es decir, poseen 19 pares de cromosomas y un cromosoma impar (X o Y) responsable del sexo, y que proceden de una división denominada meiosis en la cual cada célula se divide en cuatro células hijas con la mitad del número de cromosomas. En el macho como resultado de esta última división se produce la espermatogénesis y en la hembra la oogenésis, formación de espermatozoides y óvulos respectivamente. Autosomas. Gonosomas. Herencia autosómica o gonosómica y herencia ligada al sexo: Los primeros 76 cromosomas distribuido en pares son los denominados autosomas y el par restante formado por un cromosoma X y uno Y, o dos X, se denominan gonosomas. Cada célula somática procede de la unión de dos células germinales, una procedente del padre y otra de la madre, por lo tanto se comprende que igual carga genética (herencia autosómica) transmiten uno u otro, variando solamente el sexo en dependencia de que el par cromosómico resultante y fruto del azar (herencia gonosómica) haya sido XX (hembra) o XY (macho). (anteriormente) digo que a igual carga genética igual responsabilidad reproductora del padre y de la madre, pero con las variables derivadas de los conceptos que se exponen a continuación. Penetrancia y expresividad. Genes dominantes y recesivos: Cada cromosoma está compuesto por multitud de genes que ocupan una localización específica en su interior y de su conjunción en pares se producen las características morfológicas y de carácter de un perro. Si todos los genes fueran iguales al estar dentro de un par cromosómico idéntico (autosoma) todos los individuos resultantes serían idénticos. Pero cada par de genes o alelos, están dentro de un locus (sitio) distinto y a su vez cada uno de ellos está dentro de un cromosoma también distinto, uno procedente del padre y otro de la madre. Estos cromosomas al no ser idénticos están compitiendo entre sí. Conociendo que cada gen tiene una penetrancia de mayor a nula pasando por menor y que esta se traduce en una mayor o menor expresividad (caracteres visibles) ocurre que se produzcan dos tipos de dominancias: herencia autosómica dominante que puede ser completa o incompleta y la herencia autosómica recesiva. Si la penetrancia es prácticamente inexistente la aparición de un determinado carácter depende de la herencia autosómica recesiva que es producto de la conjunción de dos genes idénticos pero con baja penetrancia y consecuentemente baja expresividad. Por lo tanto en caso de no coincidencia, no hay penetrancia lo que trae como consecuencia la ausencia de expresividad. Esta ausencia de expresividad no quiere decir que el gen haya desaparecido sino que se mantiene y al encontrar en otro apareamiento otro gen similar, adquiere expresividad y puede repetir un carácter que creíamos desaparecido o que para nosotros hasta entonces era desconocido. Además si alguno de los alelos responsable de alguna característica está imbricado o localizado en alguno de los cromosomas sexuales, ya sea X o Y, tendremos lo que se llama la herencia ligada al sexo. Esto en un orden práctico se traduciría que un determinado carácter, bueno o malo, solo se pondría de manifiesto en los machos o en las hembras de la misma camada o subsiguientes. Pedigrís: Del conocimiento de unas líneas de sangre y su estudio exhaustivo podemos conocer con relativa precisión los caracteres dominantes de un individuo, en un lenguaje coloquial fenotipo Sierra, Fraja, etc. y con mucha mayor dificultad, sin precisión, en el caso de los recesivos. Líneas de sangre: es un término muy frecuentemente utilizado pero no siempre quien lo utiliza traduce su significado verdadero por falta de conocimientos a pesar de que su comprensión no es compleja. Para llegar a entenderlo tenemos que volver a hacer referencia al pedigrí. Su importancia está determinada sobre todo como certificación de pureza de un ejemplar. De ahí la imperiosa necesidad de la honestidad de los criadores y del control que de los mismos deben hacer las sociedades cinófilas responsables, en el caso de nuestro país la Real Sociedad Canina Española miembro de la Cinófila Internacional, con los controles de ADN. Dentro de ese pedigrí se tiene que escoger un ejemplar que haya sobresalido por cumplir el estandar de la raza y mejor todavía si también han sobresalido sus hermanos, pues si conocemos el fenotipo (características externas) de los parientes, tendremos una idea más aproximada del genotipo del ejemplar escogido ya que en él veremos la penetrancia y expresividad de sus genes. Una vez escogidos los reproductores la función principal del pedigrí es producir homocigosis que es la fijación genotípica y fenotípica dentro de la raza. Alcanzados estos objetivos llegamos a lo que se puede llamar líneas de sangre que traducirán una homogeneidad del producto o productos finales que como se sobreentiende hace referencia a los cachorros. Fácilmente se comprende que hasta alcanzar la línea de sangre deseada en nuestra imaginación por bien realizado que esté el programa transcurran años. La línea de sangre es beneficiosa cuando se utiliza para mantener un elevado grado de parentesco con un antecesor sobresaliente. Sin embargo debemos de tener en cuenta que un pedigrí pierde totalmente su valor después de la cuarta generación. Así en la práctica un ejemplar hereda el 50% de los cromosomas de sus padres (primera generación), el 25% de los de sus abuelos (segunda generación), el 12.5 % de los de sus bisabuelos (tercera generación), el 6.25 % de los de sus tatarabuelos (cuarta generación) y así sucesivamente. Vemos pues que la dotación genética va perdiendo representación en tanto en cuanto se retira generacionalmente de sus ancestros. El pedigrí bien utilizado es un buen método de cría, aunque ya hemos visto sus limitaciones, los caracteres recesivos, pero no debemos olvidar que es imprescindible que vaya acompañado de otros procedimientos, algunos ya citados, como son: la selección individual o fenotípica, la selección por progenie y por colaterales (hijos y hermanos del ejemplar elegido) y la selección por performance. Se entiende por selección por performance aquellas características que se escapan a simple vista como pueden ser la capacidad reproductora tanto para cubrir en el caso del macho o para parir en el caso de la hembra, el carácter, etc. En definitiva este conjunto es lo que realmente representa las líneas de sangre y de su adecuada utilización dependerán en gran medida los resultados. Para iniciar un programa de cría podemos resumir el camino a seguir en términos más coloquiales, como se expone en los siguientes epígrafes: A.- ¿Qué tipo de perro queremos?: 1º.- Información visual en varias exposiciones. 2º.- Información bibliográfica: 3º.- Conocimiento teórico del estandar de la raza. 4º.- Conocimiento bibliográfico del afijo elegido y de sus pedigríes con especial énfasis en la repetición en el tiempo de una de las líneas del mismo que más nos guste. 5º.- Adquisición del mayor número posible de fotografías de los perros de ese criador. B.- Ya hemos tomado la decisión, ¿y ahora qué?: 1º.- Exponer a un criador de solvencia reconocida e imparcial el proyecto que hemos decidido. 2º.- Discutir razonadamente los pros y los contras. 3º.- Consensuar una opinión. 4º.- Escuchar otra opinión tan cualificada como la primera. 5º.- Con la información acumulada tomar una decisión. C.- Ya estoy seguro del afijo que me gusta, y ¿ahora qué hago? 1º.- Si por proximidad geográfica o mis medios me lo permiten, debo visitar el criadero con objeto de confirmar la homogeneidad de los reproductores, confirmación de salubridad de las instalaciones y estado de salud de todos los perros que allí tenga. 2º.- Si lo anteriormente dicho lo hago acompañado por algún criador reconocido, nos satisface todo y además nos gusta un cachorro o adulto, adquirirlo. 3º.- Si no es posible el viajar al criadero, investigar si lo que envía ese criador responde generalmente a las expectativas de otros compradores conocidos. 4º.- En todos los casos exigir un contrato de compraventa cuyo modelo se encuentran en cualquier asociación. D.- Ya he adquirido un animal sano y prometedor. Confirmo su calidad presentándolo a exposiciones y en caso positivo: 1º.- Si lo que quiero es una “sucursal” del afijo elegido le tengo que comprar una hembra con la ilusoria esperanza de superarlo. Difícil empresa, imposible, salvo que adquieras todo el afijo, los conocimientos y la intuición del propietario. 2º.- Si lo que quieres es repetir un determinado, histórico y excepcional perro, abandona la empresa. Los millones de genes presentes en los 78 cromosomas, su distribución y la repetición de las condiciones ambientales que ayudaron a su fenotipo son estadísticamente imposibles de repetir, máxime que cada vez que haces una camada con su progenie te retiras más del perro a “repetir”. 3º.- Con tres hembras afines y una no, que respeten y además te permitan refrescar el patrimonio genético, y revisando los criterios anteriormente expuestos, empieza tu trabajo que más tarde o más pronto empezarás a obtener resultados en esta difícil y sacrificada labor. Dr. Cristóbal del Real "REAL STAFFS" |
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