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Publicado: Monday 27 de April de 2015, 22:02
Kira es una Yorkshire de 6 añitos tan impulsiva, activa, juguetona y cariñosa como sabemos que son los Yorkshire A unos escasos 5 meses, mi perrita empezó a sufrir convulsiones y ataques de epilepsia. Enseguida la llevamos al veterinario, nos dijeron que estaba deshidratada y falta de azúcar. Entonces Kira hacía sus necesidades a su hora y comía con normalidad. Le mandaron un tratamiento que funcionó, solo unos días... Al sacarla a pasear notaba como su estado físico empeoraba: ya no corría como antes, no se estimula con nada (pelotitas de goma, huesos, juguetes) y parecía agotada sin apenas esforzarse. Los ataques empeoran y cada vez son mas seguidos. Después de muchas visitas al veterinario dieron con el más grave de los problemas, un tumor cerebral. A consecuencia del tumor, Kira anda desorientada, no cordina los movimientos, es como si no supiese caminar y siempre con la cabeza hacia abajo y lo que es peor aun no controla sus necesidades y vomita muchísimo. Mi familia y yo estamos muy mal y sufrimos muchísimo por Kira. Incluso Tina, que es la madre de Kira también nota que algo no va bien. hace dos días al volver a casa Tina viene a saludarme como si nunca me huviese visto pero Kira no aparece, voy a buscarla y se me rompió el alma cuando la vi dandose cabezazos contra la pared... os podeis imaginar el horror que pasé al verla sufriendo de ese modo. Acabo de llegar del veterinario de visitarla, está ingresada con gotero y hasta mañana no vuelve a casa dependiendo de los analisis reliazados. Se ha quedado ciega de un ojo y posiblemente lo haga también del otro en pocas horas., me ha comentado el veterinario, que los medicamentos que necesita son demasiado fuerte y tendría efectos secundarios en sus riñones y su hígado. En pocos días Kira podría ser un animal vegetal (ciega, con fuertes dolores de cabeza, epilepsia, vómitos y heces fecales con sangre).
Esta es la triste historia que actualmente estamos viviendo Kira, mi familia y yo. Nos planteamos dormirla en un sueño eterno, pero quien soy yo para decidir tal cosa. No quiero que sufra. |