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Publicado: Thursday 30 de December de 2010, 15:07
Las muy hijas de perra me hicieron pasar ayer el peor rato de mi vida, si no lo cuento reviento, y si se lo explico a mi marido encima me echará la bronca, así que os lo cuento a vosotros Presentación: mis perras son cachorritas, 7 y 8 meses, y no están adiestradas aunque estamos en ello. No saben dar la patita, no saben hacer monerías, pero conocen 4 o 5 órdenes que respetan a rajatabla. Son órdenes muy básicas: saben sentarse cuando se lo ordeno, se están quietas cuando les doy la orden aunque haya algo que les llame mucho mucho la atención, se bajan del sofá o salen de la habitación cuando se lo digo, vuelven cuando las llamo aunque estén jugando con otros perros... Esto ultimo me llena de orgullo, si estamos en el parque y ellas están jugando con otros perros y el grupo se despista y se va lejos, cuando los llamamos las mías son las primeras en volver como una flecha en cuanto les doy una voz. Y ahora estamos aprendiendo a caminar juntos sin tirar de la correa. Antecedentes: nos mudamos de piso hace poco, y justo enfrente de mi casa hay un parque que el ayuntamiento tiene un poco abandonado. Alrededor del parque hay como un pequeño bosquecillo donde la gente saca a sus perros, y el interior del parque es el típico donde se juntan los kinkis a hace de las suyas, siempre hay botellas de cristal rotas, latas de red bull, bocadillos tirados por el suelo... En fin, porquería variada. Las primeras semanas las sacaba a pasear en este parque, y conocimos a otros perros con los que las mías juegan, y para evitar que bebieran agua de los charcos las enseñé a ir a la fuente, subirse al pequeño bordillo que tiene la fuente y esperarme allí para que le de al botón y ellas puedan beber. Pero no me gusta dejarlas sueltas en este parque porque pasa gente corriendo y ellas detrás, o pasan niños y ellas se acercan y a veces se asustan, por no hablar de todo lo que se llevan a la boca.Un tiempo después, me di cuenta de que justo detrás de este parque/bosquecillo hay un descampado mucho más limpio, donde van un montón de dueños de perros y allí oso dejan que corran libremente. Así que ahora lo que hacemos es pasar por el bosquecillo que hay junto a mi casa, donde ellas hacen sus necesidades, cruzamos, subimos las escaleras que hay junto a la fuente y nos vamos al descampado que hay al otro lado de la carretera pasando dos semáforos (si no pasaran coches, podríamos cruzar en diagonal). Y en el descampado ya las suelto para que jueguen y corran, y es donde practicamos su entrenamiento sin peligro.Ayer: me dieron el susto de mi vida. Estuvimos una hora en el descampado, jugando con otros perros y practicando. Y en una de esas mis dos bichas echaron a correr. Las llamaba y no venían. Lo que no habian hecho nunca, ayer lo hicieron. Si me dijeran que hablaron entre ellas y se pusieron de acuerdo me lo creería. Cruzaron la carretera, hicieron parar a un coche (¡gracias a Dios que paró!), bajaron las escaleras del parque, todo esto conmigo gritandoles y corriendo detrás de ellas sin que me hicieran ni p**o caso.Cuando bajé a trompicones y casi sin aliento las escaleras del parque, me las encontré a las dos allí: en la fuente, esperandome muertas de sed. Os juro que no sabia si reír o llorar, abrazarlas o matarlas. Me hicieron pasar el peor rato de mi vida, pensé que se escapaban, estuvieron a punto de ser atropelladas... Y lo único que querían era beber agua.A partir de ahora, siempre siempre siempre llevaré una botella de agua en la mochila. |