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Publicado: Sunday 29 de May de 2011, 00:05
La historia de Nora pone realmente los pelos de punta y, desgraciadamente, parece ser una práctica bastante habitual que se pueden ve a menudo en las clínicas veterinarias.Nora era una perra que hasta hace bien poco disfrutaba de una familia y un hogar. Era una perra de piso, mimada y cuidada. Pero todo cambió cuando su dueña se quedó embarazada. El miedo provocado por la zoonosis les llevó a acudir a una clínica veterinaria con su perra.¿Para qué? Para eutanasiarla. ¿El animal tenía algún problema de salud? Ninguno. Había que sacrificarla por expreso deseo de los dueños. Apelando a la ética profesional, los veterinarios que se enfrentaron a este caso se negaron a ponerle una inyección letal a Nora. Al fin y al cabo, ¡es una perra sanísima!Intentando dejar de lado el mal sabor de boca que provocan este tipo de casos, Nora merece una familia que de verdad la quiera y la cuide. Es de tamaño pequeño por lo que se adaptaría perfectamente a la vida en un piso. Se lleva bien con otros perros y también con las personas.Si estás interesado en adoptar a Nora, escribe a [email protected] o llama al 644 024 101. |