Actualmente, la obesidad es uno de los problemas de salud más frecuente de nuestros amados compañeros de cuatro patas, y generalmente los cuidadores no la detectan en sus perros.
Según diferentes estudios, hay entre 25-44% de perros con sobrepeso y obesos, entendiendo como obesidad al exceso de peso del 15-20% sobre el peso ideal. Por ejemplo, un perro que deba pesar 10 Kg. estaría obeso a partir de 11,50 Kg.
¿Está mi perro en su peso?
Puedes hacer las siguientes pruebas a tu perro para ver si presenta una condición corporal óptima, si tiene sobrepeso o está obeso.
Lo primero es comprobar que su silueta vista desde arriba hace una forma de reloj de arena, siendo la parte estrecha de éste la que se corresponde con su cintura.
Otra comprobación que puedes hacer es pasar los dedos entre sus costillas, lo ideal es que se lleguen a palpar las costillas haciendo una ligera presión sobre su costado, y que seas capaz de diferenciarlas.
Puedes hacer lo mismo sobre la columna, tienes que notarla ejerciendo una leve presión al pasar tu mano sobre el dorso del perro.
Fuente: Hills Pet
Peligros de la obesidad.
Por más que nos parezca que nuestro perro gordito es el más guapo del mundo, debemos hacerle adelgazar ya que la obesidad no es un problema estético, sino un problema de salud.
El sobrepeso se debe a un excesivo acúmulo de grasa que puede causar enfermedades muy serias para los perros, desde diabetes hasta enfermedades cardiovasculares y renales, e incluso aumenta las probabilidades de aparición de cáncer. Además, tenemos que tener en cuenta que al someter a las articulaciones del perro a un mayor peso, tendrán más papeletas para sufrir osteoartrosis y a una edad más temprana.
Mi perro está gordo, ¡pero come poco!
Hay ciertas razas que están predispuestas genéticamente a padecer obesidad, entre ellas están:
• Labrador Retriever
• Cocker Spaniel
• Cavalier King Charles Spaniel
• Rottweiler
En estos casos hay que cuidar mucho su alimentación desde que son jóvenes.
Por otra parte, las hembras esterilizadas tienen una mayor propensión a la obesidad, y también ciertas enfermedades endocrinas y ciertos fármacos pueden producir un aumento de peso en perros que comen sin excesos. Si notas que tu perro está cogiendo peso sin razón aparente, lo primero que debes hacer es llevarle al veterinario para un reconocimiento general de salud.
Visita al veterinario.
Para tratar a un perro obeso el veterinario hace un auténtico trabajo de investigación, lo primero es descartar alguna enfermedad subyacente que pueda haber producido un aumento de peso.
El siguiente paso es saber exactamente cuál es la dieta del perro, el tipo de pienso que come, el número de chuches que se le dan, cuántos restos de comida “humana” comen de tapadillo… A veces sólo haciendo una lista de lo que puede llegar a comer el perro en un día, los cuidadores ya se dan cuenta de que el error está en una sobrealimentación.
También hay que hacer una lista del número de paseos y del tipo de ejercicio que hace el perro.
Tratamiento de la obesidad.
Básicamente y simplificando mucho, el tratamiento consiste en modificar la alimentación (dietas hipocalóricas) y aumentar el ejercicio.
Hay muchas dietas comerciales que van muy bien, pero esto es una carrera de fondo, y no un sprint, hay que ser conscientes de que los resultados llegarán progresivamente, así que es necesario tener paciencia.
El aumento de ejercicio aumentará su metabolismo y les ayudará a perder peso más fácilmente, se puede empezar aumentando el tiempo de los paseos, y poco a poco ir incrementando el ritmo del paseo. La natación es un ejercicio que les ayuda a perder peso de manera eficiente, y sin riesgo de lesiones.
Espero que os haya sido de ayuda, y recordad que un perro obeso es un perro enfermo y que el veterinario es la persona mejor cualificada para ayudarte si tu perro tiene este problema.
Mantener a nuestro perro en el peso ideal es asegurarle una mejor y más larga vida.