MEJOR PREVENIR QUE CURAR.
Vamos a tratar las enfermedades de transmisión vectorial que pueden afectar a tu perro. Se llaman Enfermedades de Transmisión Vectorial a aquellas que se transmiten por los artrópodos que se alimentan de sangre: garrapatas, mosquitos, flebotomos, pulgas...
En los últimos tiempos la incidencia de este tipo de enfermedades ha aumentado de manera alarmante, y en nuestro país se ha registrado un serio aumento de perros afectados por este tipo de enfermedades infectoparasitarias. Las más comunes en nuestro territorio son la
Leishmaniosis, Ehrlichiosis, Babesiosis y Dirofilariosis, la casuística es tan alta, que en algunos casos podemos tener incluso infecciones simultáneas de este tipo de patogenos en un mismo perro, surgiendo así las coinfecciones (ej: Leishmaniosis+Ehrlichiosis).
Mi intención con este artículo es que tomemos consciencia de la importancia de proteger a nuestros perros frente a los vectores o parásitos externos, ya que cada vez que uno de ellos pica a nuestro perro le puede estar transmitiendo cualquiera de estas enfermedades. Lo que
quiero remarcar es que no sólo no nos gustan los parásitos externos porque son desagradables o nos da asco tenerselos que quitar a nuestro perro con unas pinzas, sino porque con cada picadura existe una posibilidad de que nuestro perro contraiga una enfermedad grave. La principal idea que tiene que tener un cuidador de perro es que hay que protegerle de parásitos para que no le lleguen a picar y no simplemente matar a los que ya tiene (prevenir, no curar).
Actualmente hay muchos productos que consiguen este objetivo, son insecticidas y repelentes que evitan el contagio de estas enfermedades ya sea en forma de collar, pipeta, e incluso en novedosos comprimidos de administración oral (hasta hace poco los productos antiparasitarios externos eran exclusivamente de uso tópico).
Los veterinarios tenemos la obligación de informar acerca de la elección del método antiparasitario que mejor se adecua a cada perro.
Hay que tener en cuenta:
-el tipo de vida que hace el perro (exterior: en campo o jardín, o interior: la mayor parte del tiempo en una casa)
-la zona geográfica en la que nos encontramos: últimamente los límites geográficos de las enfermedades transmitidas por vectores se están extendiendo, pero aún así el clima y la zona de residencia es importante a la hora de elegir un método antiparasitario.
-otras consideraciones: por ejemplo si al perro le gusta mojarse y todos los días de verano se va a meter en el río, hay que elegir un producto que sea resistente al agua, si el dueño es despistado y se le olvidan los tratamientos antiparasitarios, mejor elegir uno que sea efectivo por varios meses para asegurarnos la protección.
-además los vectores perduran más días en el ambiente, los límites temporales tradicionales han sido superados debido al aumento de temperatura global. Es importante proteger al perro más allá de los meses de primavera o los meses de calor, hay que proteger todo el año.
-existen productos antiparasitarios que se pueden combinar obteniendo así una sinergia o un incremento de su eficacia, pero también existen combinaciones que no sólo no son sinergicas, sino que pueden perjudicar seriamente a tu perro.
Por todo ello consulta siempre a tu veterinario a la hora de hacer un tratamiento antiparasitario externo a tu perro. Os recomiendo que concertéis cita para una consulta de desparasitacion así el veterinario os podrá informar con tiempo y con vuestra ayuda podrá decidir cual es el
mejor método antiparasitario para vuestro perro.