Aunque algunos de nuestros perros sólo les falta hablar, no llegan a hacerlo. Por lo que no nos
pueden comunicar de manera explícita si hay algún malestar interno o un dolor que les aqueje. Por tanto, antes de que esto llegue a ocurrir, nunca está de más hacerle un chequeo anual y una analítica, para prevenir posibles enfermedades.
La fabricación de sangre por el organismo tanto humano como animal es muy compleja y completamente imprescindible para la funcionalidad del mismo.
Debido a esto, hay muchas enfermedades que se pueden reflejar en ella, incluyendo trastornos hemorrágicos, anemias y cánceres de la sangre, conocidos como leucemias.
Los parámetros bioquímicos que conseguimos gracias a la analítica nos dan una idea de la salud de los órganos principales de nuestra mascota. Las funciones del hígado y los riñones son especialmente importantes ya que son órganos que procesan y eliminan sustancias del cuerpo.
Los valores normales varían dependiendo de la raza, especie y edad.
Es el veterinario con sus conocimientos, el que valorará el estado del perro y nos resolverá posibles dudas que tengamos al respecto.
Haré ahora una breve introducción a lo que es la sangre.
La podemos definir como un fluido que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados e invertebrados. Su color característico es el rojo debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los eritrocitos.
Tiene dos “partes”. Una sólida compuesta por glóbulos blancos, rojos y plaquetas, y una parte líquida que es el plasma sanguíneo.
Glóbulos rojos.
También llamados hematíes o eritrocitos, constituyen el 96% aproximadamente de los elementos “sólidos” que hay en ella. Son los encargados de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del organismo y se llevan el dióxido de carbono eliminado por las células para deshacerse de estos restos.
Glóbulos blancos o leucocitos. Son una parte importante del sistema inmunitario ayudando a combatir posibles infecciones al producir sustancias protectoras como los anticuerpos que también ayudan a la defensa del organismo.
Plaquetas (trombocitos). Se produce en la médula ósea. Sirven para
taponar las lesiones que pudieran afectar a los vasos sanguíneos. Su función es coagular la sangre.
El plasma sanguíneo. Es la parte líquida. Salada y de color amarillento traslúcido y es más denso que el agua. Actúan como “vehículos” para transportar nutrientes como el cobre, hierro y otros metales y diversas hormonas. Los
componentes del plasma se forman en el hígado, glándulas endocrinas e intestino. La función de la sangre es; proveer de nutrientes (oxígeno, glucosa) elementos que forman los tejidos y conducir fuera del organismo los productos de las actividades metabólicas.
También permite que células y otras sustancias “viajen” entre los tejidos y órganos.
Responden a lesiones que producen inflamación por medio de tipos especiales de leucocitos y otras células.
Las células sanguíneas son creadas en la médula ósea.
Pero, ¿que es lo que se estudia en un examen bioquímico y hematológico ordinario?:
Albúmina (ALB).
Producida por el hígado. Si los niveles son bajos pueden ser indicio de una enfermedad crónica, o del hígado o de los riñones.
ALT (gpt) y AST (got). Enzimas cuyo nivel se
eleva a causa de enfermedades del hígado.
Fosfatasa Alcalina. (ALKP). Encima producida por el conducto biliar (hígado). Los niveles altos pueden ser síntoma de una enfermedad hepática o del Síndrome de Cushing.
Amilasa (AMYL). Secreción del páncreas para ayudar a la digestión. Los niveles
elevados pueden indicar una enfermedad pancreática o renal.
Nitrógeno de la Urea Sanguínea (BUN). Producido por el hígado y excretado por los riñones. La determinación de su nivel ayuda a detectar anormalidad en hígado y riñones.
Calcio (CA2+). Los niveles elevados
de este mineral pueden indicar cierto tipo de tumores y enfermedades parasitarias endocrinas y renales.
Colesterol (CHOL). Con niveles elevados
se pueden observar diversos trastornos incluyendo el hipotiroidismo y enfermedades del hígado.
Creatinina (CREA). Es un subproducto del metabolismo muscular y es excretada por los riñones. Los niveles altos pueden indicar enfermedades renales u obstrucción urinaria.
Glucosa sanguínea. (GLU). Los niveles elevados pueden indicar diabetes y también estrés.
Los niveles bajos pueden indicar una enfermedad del hígado o insulinota (tumor pancreático).
Fósforo (PHOS). Puede ser indicio de enfermedad renal si su nivel es elevado. También se utiliza para la evaluación del hiperparatiroidismo.
Bilirrubina (TBIL). Es un componente de la bilis excretada por el hígado hacia el sistema intestinal. Resulta útil ver el nivel por si hay problemas en los conductos biliares.
Electrolitos.
(Sodio, potasio, cloruro). El equilibrio de estos iones es indispensable para la salud del animal. Los niveles anormales pueden poner en peligro su vida. Las pruebas de electrolitos son importantes para evaluar los vómitos, diarreas o síntomas cardiacos.
Proteína Total (TP). Puede indicar dependiendo del nivel, deshidratación y enfermedades del hígado, riñones y sistema gastrointestinal.
Recuento Sanguíneo Completo (CBC). Incluye el recuento de glóbulos blancos, rojos, plaquetas. Concentración de hemoglobina. Ayuda a diagnosticar la anemia y otros trastornos sanguíneos. Se usa para monitorizar la pérdida de sangre y orientarse hacia ciertas infecciones.
Hematocrito (HCT). Proporciona información sobre al cantidad Lde glóbulos rojos en sangre.
Recuento de Plaquetas. Diagnosticar hemorragia o trastornos de coagulación.
Tiempo de Trombina y Protrombina Parcial Activada. Para evaluar las hemorragias y trastornos de coagulación y para monitorizar terapias anticoagulantes.
Montse Arias.
Redacción Perros.com