Una vez
que nuestra perrita ha dado a luz, entre los cinco o diez días posteriores, puede haber una gran pérdida de calcio y otros elementos a través de la leche, siendo una enfermedad que se manifiesta con exclusividad en razas pequeñas (
Pincher enano,
Dachshund,
Pequines,
Caniche Toy…)
Se produce por una
alteración del metabolismo, con una mala respuesta de la glándula
paratiroides para mantener niveles estables de calcio en sangre. Cuando el nivel de calcio es menor de 7mg/ 100 ml se producen los síntomas. Conjuntamente puede existir
hipoglucemia.
Observaremos que nuestra mascota tiene
dificultad al caminar, ya que hay rigidez muscular, tiembla y está agitada. Si no nos damos cuenta, o no estamos en casa cuando esto pasa, el cuadro
se complica y progresa, nuestra perrita acabará en el suelo, con problemas para respirar y el temblor original dará paso a
contracciones espasmódicas de todos sus músculos hasta llegar a transformarse en convulsiones con un aumento considerable de la temperatura corporal.
Si no actuamos a tiempo nuestra perra
morirá. Antes de que el daño
sea irreparable, tendremos que llevarla al veterinario para resolver el
déficit de calcio en sangre, con lo que se le dará suero para ir administrando lentamente este componente que le falta a fin de no producir un
fallo cardíaco.
La temperatura se bajará por medio de
compresas frías que se colocarán a lo largo del cuerpo hasta que el calcio que se le está suministrando por vía venosa vaya haciendo efecto.
El uso de
miorelajantes o anticonvulsionantes quedan reservados a la apreciación y buen juicio del veterinario y dependerá de la gravedad y estado del paciente.
Es importante que mientras se mantenga el tratamiento no se permita que la perrita amamante a sus cachorros, el propósito de esto no es más que el de
evitar un nuevo episodio que puede ser peor que el primero.
Como la voz del instinto es mayor que nada de lo que nosotros le digamos
intentará por todos los
medios dar de comer a sus cachorros, aún a riesgo de perder la vida, estará muy atenta a cualquier despiste por nuestra parte para salirse con la suya. Lo mejor que podemos hacer es buscar una manera de
“aislar” a los cachorros pero que la madre pueda estar tranquila al estar próxima, pero sin poder acceder a ellos.
Los pequeñines deben de ser alimentados
con un
sustituto lácteo o bien recurrir a una receta casera, que consistirá en un litro de leche con bajo contenido en lactosa, se agrega un bote de ¼ de litro de crema de leche, una yema de huevo y unas gotas de limón. Se revuelve hasta que quede bien mezclado y se mantiene en la nevera. Poco a poco se les dejará mamar durante lapsos de tiempo reducido. Si los cachorros están ya grandes y pueden comer pienso es
recomendable el destete.
Esta enfermedad
es curable si se coge a tiempo, para preven
irla lo mejor es estar muy atentos a la alimentación de la perrita durante el embarazo.
Hay que tener en cuenta que las más propensas a poder desarrollarla son aquellas que llevan una dieta consistente
únicamente de carne.
La dieta debe ser rica en varios alimentos en caso de no darle pienso, como carne, leche, queso, verduras…
Si no es la dieta que le damos y come pienso hoy en día ya tenemos productos que son específicos para estas etapas ya que llevará una
suplementación de vitaminas y minerales, que le aportarán toda la demanda que necesite y le ayude a llevar el embarazo o buen puerto.
Es
imperativo que los ataques no se repitan, ya que como dije al principio del artículo, los síntomas se harán cada vez más y más fuertes con el consiguiente riesgo de que pierda la vida.
Este es uno de los motivos para que después del primer embarazo, si tiene esta patología
es conveniente que no tenga más descendencia.
Montse Arias.
Redacción Perros.com