Max fue un perro fiel y leal, no era propio, le pertenecía a un tío de mi mamá, pero vivió sus últimos 4 años en nuestra casa, conmigo siendo un bebé, que se asomaba por la ventana y reciía todas las mandarinas que Max me traía. Max fue mi primer perro, lleno de paciencia, sereno y siempre fiel. Ese era mi Max