Malku (En lengua indígena quiere decir: Jefe protector), llegó a nuestras vidas en enero de este año luego de que lo recogimos de la calle en donde esperaba una muerte lenta y dolorosa.
Estuvo varios dias hospitalizado, luego lo traje a casa para terminar de sanar sus heridas y al poco tiempo conseguí un hogar donde querían adoptarlo.
Lo llevé a su nueva casa, me despedí y a los 2 días recibí la noticia de que se habia escapado. Pensé que como buen perro callejero, habia decidido retornar a su vida y no iba a volverlo a ver, pero no se como, a las pocas horas lo tenía jadeando de sed en la puerta de mi casa, que por cierto es bastante lejos de donde lo habia dejado y con varias avenidas de por medio.
Yeko y Pola lo recibieron muy bien, ahora hace parte de la manada. Busca mucho afecto, es increiblemente fiel y todo un guerrero.
Me ha enseñado mucho.